¿Por qué es tan importante destacar un fármaco antiretroviral frente al VIH?
Desde la aparición de los primeros casos de infección en 1981 en Nueva York y San Francisco por un virus desconocido entonces y posteriormente identificado en 1983 como virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida y responsable de unos 42 millones de muertes y 88 millones de infecciones desde el inicio de la pandemia, se han ido produciendo descubrimientos fundamentales que han permitido grandes avances en el control del VIH. Estos descubrimientos van desde los métodos de detección rápida del virus, el conocimiento básico de la estructura y función de las proteínas virales, mecanismos de penetración celular, receptores, interacción con el hospedador, transporte e integración genómica, estabilidad, patología, hasta el desarrollo de procedimientos de control, especialmente antivirales. Durante años la infección por VIH era sinónimo de muerte, hasta que la comunidad científica y el sector farmacéutico desarrollaron antirretrovirales. Existen hoy en día múltiples compuestos específicos dirigidos frente a distintos estadios en la replicación viral, como inhibidores de la transcriptasa inversa, análogos y no análogos de nucleósidos, inhibidores de la proteasa, inhibidores de la fusión y penetración del virus, antagonistas de los correceptores en la superficie de linfocitos, bloqueadores de la integrasa, inhibidores de la fusión del virus a la membrana celular, inhibidores de la cápsida, potenciadores farmacocinéticos. Estos fármacos se combinan, utilizándose al menos dos medicamentos en una sola forma farmacéutica con dos clases diferentes de acción para el tratamiento por vía oral y también en administración intravenosa de larga duración. De esta forma se ha conseguido convertir una infección mortal en crónica, con una tasa de supervivencia a largo plazo muy elevada.
Aunque en estos más de 40 años desde la identificación del VIH como agente causal del sida se han conseguido grandes éxitos en el control de la infección por VIH con antivirales, sin embargo la tasa de infección anual es aún muy alta con 1,3 millones de personas que contrajeron la infección en 2023 y 630.000 que fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida. Se considera que en 2023 unos 40 millones de personas viven con el VIH, de los cuales 1,4 millones son niños menores de 14 años. En África del Sur la infección por VIH en mujeres jóvenes era en 2024 de 3,5 personas infectadas por 100. Estos datos dificultan mucho alcanzar los objetivos del Programa de Naciones Unidas contra el VIH/SIDA (UNAIDS), consistentes en reducir las nuevas infecciones por debajo de 370.000 casos el próximo año a menos de 200.,000 en 2030.
Para conseguir mediante profilaxis pre-exposición (PrEP) la reducción de la incidencia de infección por VIH en la población debemos contar con tratamientos antivirales altamente eficaces que prevengan la transmisión del virus de persona infectada a sana, así como el de aquellas personas que son multirresistentes a los tratamientos actuales. Lo más directo sería el desarrollo de vacunas, pero hasta el momento y, a pesar de grandes esfuerzos por la comunidad científica, entre los que me encuentro, no hemos conseguido una vacuna eficaz capaz de controlar la infección y eliminar el virus de las células que infecta. Este es el gran reto científico y sanitario que permanece pendiente de resolución para conseguir una vacuna eficaz frente al VIH.
Afortunadamente, uno de los fármacos más prometedores para actuar como profilaxis preexposición (PrEP) es lenacapavir (https://oar.nih.gov/about/directors-blog/breakthrough-lenacapavir-trial-builds-decades-nih-investment-basic-science), actualmente aprobado solo para el tratamiento de la infección por el VIH multirresistente. Es el primer antirretroviral de la familia de los inhibidores de la cápsida del VIH. Se trata de un fármaco administrado por ruta parenteral de liberación prolongada que se inyecta cada seis meses, y que presenta actividad en distintas etapas del ciclo de replicación viral. Al interaccionar lenacapavir con la cápsida en forma de cono protector que contiene el RNA viral, previene la interacción con otras proteínas y el transporte de la cápsida al núcleo celular haciéndola más rígida; también actúa previniendo la formación de conos y de nuevas partículas virales, restringiendo al máximo la replicación viral.
La eficacia de lenacapavir frente al VIH se ha demostrado recientemente en los ensayos clínicos PrPEP de fase III. En un ensayo clínico de fase III (PURPOSE 1; (https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2407001) en 5300 mujeres jóvenes realizado el pasado mes de junio de 2024 en África del Sur y Uganda, se observó un 100% de eficacia de lenacapavir frente a la infección por VIH después de la administración semestral de dos dosis del fármaco. Estos resultados fueron confirmados en el mes de septiembre del mismo año en otro ensayo clínico fase III (PURPOSE 2; https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2411858)) en America, Asia, Africa con 2000 personas obteniendo un 99.9% de eficacia en hombres, bisexuales, mujeres y hombres trans y personas no binarias. También se están realizando ensayos con mujeres cis en EE UU (PURPOSE 3), con personas usuarias de drogas inyectables (PURPOSE 4) y con personas en situación de alto riesgo de infección por el VIH en Europa (PURPOSE 5). Los datos clínicos PrPEP de fase III confirman que la administración semestral de lenacapavir frente al VIH constituye un gran avance como procedimiento de salud pública contra una de las enfermedades más graves padecidas por la humanidad entre los siglos XX y XXI. La terapia antrirretroviral está permitiendo que millones de personas infectadas pueden vivir controlando la infección en forma crónica lo que evita infectar a otras personas.
Una de las limitaciones del tratamiento PrEP es el coste de lenaparavir, pues su precio en los países desarrollados ronda los 40.000 dólares/año, lo que es prohibitivo para los países más necesitados con alta incidencia de infección por VIH. Se considera necesario reducirlo a menos de 40 dólares/tratamiento, para lo que hace falta la concesión de licencias y producción de genéricos. De momento la empresa Gilead Science no ha fijado un precio para el tratamiento de lenaparavir en profilaxis PrEP. Tampoco se ha aprobado por las agencias reguladoras FDA y EMA el tratamiento con lenaparavir en PrEP, aunque parece inminente dicha aprobación. Es por ello necesario que, para acelerar el progreso mundial en la lucha contra el VIH, dicho fármaco sea accesible globalmente y pueda distribuirse de forma rápida a quienes más lo necesitan.
Debido al impacto que el tratamiento PrPE con lenaparavir tiene en el control del VIH, al reducir el grado de infección en la población y eventualmente a eliminar el virus, sin duda merece ser considerado como el avance médico más importante del año 2024.
REFERENCIAS
- https://www.science.org/content/article/breakthrough-2024#section_breakthrough