Page 71 - DICHOS, REFRANES Y GENÉTICA
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de ADN con secuencias microsátiles repetidas VNTRs). En otros casos la evidencia es
claramente delatora: “El padre neg(r)o, la madre neg(r)a y la niña blanca, aquí hay
tampla” o “cada uno es hijo de su padre, y Pedro de su madre”. Aquí parece oportuno
citar los aforismos jurídicos “mater semper certa est” y “pater is quem nuptiae
demonstrant” basados en el texto de Paulo recogido en el “Digesto” (libro 2º, título IV, ley
5) que dice :”Quia ?mater? semper certa est, etiamsi vulgo conceperit ; pater vero is est,
quem nuptiae demonstrant”, cuya traducción al español es: “porque ?la madre? siempre es
cierta, aunque no haya concebido de matrimonio; pero el padre es aquél que las nupcias
demuestran”. El primer aforismo parece evidente, pero el segundo no tanto.
En el contexto de las relaciones jurídicas familiares, hay que tener presente que en el
Derecho de Familia clásico la determinación legal de la filiación se apoyaba, por un lado,
en el hecho de la gestación y el parto (“mater semper certa est”, “matrem designat
venter” o bien “partus sequitur ventrem”, libremente asimilable al refrán “madre la que
pare” aunque en Derecho se utilizaba para discernir la propiedad de los animales recién
paridos) y, por otro lado, en la relación jurídica que deriva del vínculo conyugal por el cual
el padre era el marido de la madre (“pater is quem nuptiae demonstrant”). Sin embargo,
desde que se introdujo en la legislación el principio de la libre investigación de la
paternidad, este último aforismo se puede cambiar por el de “pater is quem sanguis
demonstrat” (F. Lledó Yagüe) que, en términos genéticos correctos, quedaría como
“pater is quem ADN demonstrat” puesto que “pater est semper incertus”. Por eso dice el
refrán que “hijo de mi hija, mi nieto ser; hijo de mi hijo, no saber” o una variante del
mismo: “los hijos de mis hijas sé que mis nietos son, los hijos de mis hijos no sé si mis
nietos son”. De ahí la expresión contundente: ¡la madre que te parió!
En relación con la maternidad, siempre se ha dicho que “madre no hay más que
una”, aunque referido especialmente a las dotes maternales de abnegación y sacrificio.
También en términos jurídicos se afirma el carácter único de la maternidad con el
aforismo “matrem designat venter” (“el vientre determina la maternidad” o, en otras
palabras, “madre la que pare”) que el vulgo expresa con el refrán “madre, la que pare ;
que la que no, no es madre” o, con el ya citado anteriormente, “mater semper certa est”,
que parecía incuestionable hasta que se produjo el advenimiento de las técnicas de
reproducción asistida. Sin embargo, los avances de las técnicas de fecundación in vitro
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