Page 76 - DICHOS, REFRANES Y GENÉTICA
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faraones eran personas muy inteligentes y, aparentemente, sin taras genéticas; sin
embargo, lo que no dice quizás es la cantidad de abortos o familiares muertos en la
infancia. La reina Hatshepsut, de la XVIII dinastía de Egipto, es un caso extremo de
consanguinidad entre hermanos durante varias generaciones. Se conoce que para ellos no
rezaba el refrán que dice: “es más soso que bailar con una hermana”.

       En muchas culturas y ocasiones, la enfermedad se ha considerado como un castigo
divino: “Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?”, dice el
evangelio que le preguntaron a Jesús (Jn 9,2). En el mismo sentido apuntan refranes como:

       ? “Por los paternos pecados, los hijos andan corcovados”
       ? “De los hombres los pecados sacan los hijos corcovados”
       ? “Los pecados de los abuelos, los pagan sus nietos” (este caso podría referirse a

           enfermedades ligadas al cromosoma X que lo transmiten las madres y las
           padecen los hijos varones).

       La experiencia, como madre de la ciencia, llevó a los judíos a incluir en el Talmud
(1500 a.C.) que “se puede eximir a un judío de la circuncisión si cualquiera de sus
hermanos sangró profusamente o lo hizo algún hijo de sus hermanas”. Hoy día sabemos
que se trata de evitar en la circuncisión las hemorragias producidas por la hemofilia,
enfermedad genética producida por un gen recesivo ligado al cromosoma X que altera la
producción de los factores de coagulación de la sangre.

       El hombre -sujeto ético- está genéticamente capacitado para anticipar
acontecimientos y prever las consecuencias de sus actos, actuando libremente en sus
opciones de comportamiento. En el marco familiar, las pautas de comportamiento tienen
que ver tanto con la paternidad responsable como con una paternidad irresponsable;
no sólo se trata de aceptar los designios de Dios -“el hombre propone, pero Dios dispone”
(Kempis, “Imitación de Cristo”) o, en términos no religiosos, “siempre el hombre piensa
una cosa y la fortuna otra” (Publio Siro)- sino poner de su parte un comportamiento
adecuado, aplicando aquello de que “a Dios rogando y con el mazo dando”. Por ejemplo,
¿qué debe hacer una pareja que sabe que uno de ellos (o ambos) es portador del gen
causante de una grave enfermedad? Por supuesto que se puede creer en la Providencia
divina, pero no olvidemos que el mismo Jesús rechazó la tentación de arrojarse desde el
pináculo del Templo. El mismo refrán popular dice que “lo mejor de los dados es no

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