Page 60 - DICHOS, REFRANES Y GENÉTICA
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? “Ni tan adentro del horno que te quemes ni tan afuera que te hieles”
? “Ni todo es para dicho ni todo para callado” o el equivalente “ni todo se ha de
callar ni todo se ha de hablar”
? “Una de cal y otra de arena”
? “Ni con Dios ni con el diablo”
? “Un tira y afloja”
? “En su justo medio”
? “Tirar por la calle de en medio”
En cualquier caso, queda claro que los extremos (“con camisa de seda o sin
camisa”, “todo o nada”) no son buenos : “todo extremo es vicioso, sólo el medio es
virtuoso” o “todos los extremos son viciosos” porque “mucha salud no es virtud”. Ya
decía Aristóteles que “propios del vicio son exceso y defecto, mientras que de la virtud es
propio el término medio”. En otras palabras, “el defecto es la virtud llevada al extremo” o
“el exceso de virtud es defecto”, porque “lo poco agrada, lo mucho cansa” ya que “comer
codornices todos los días, cansa”. Eça de Queiroz se refería al Conde de París, aspirante
al trono de Francia, diciendo que tenía “el defecto de no poseer más que virtudes”.
El proceso de la evolución implica un progreso continuo de complejidad creciente
que, en términos coloquiales, podría decirse que complica la supervivencia a las especies
porque necesitan mayores exigencias para no desaparecer en el proceso evolutivo. La
situación es semejante a la que ponía Lewis Carroll en boca de un personaje de su obra
“Alicia en el País de las Maravillas” cuando decía “cada vez hay que correr más para
estar en el mismo sitio” al caminar en dirección contraria al movimiento de una cinta
transportadora que cada vez iba más deprisa porque, como dice el refrán, “camarón que se
duerme, se lo lleva la corriente”.
El proceso evolutivo es aleatorio e irreversible; la evolución nunca retrocede, es
como una “rueda de trinquete”. Como decía Kahlil Gibran en su obra “El Profeta” (1921)
al hablar de los hijos:
“Podéis esforzaros en ser como ellos mas no pretendáis que ellos sean como
vosotros. Porque “la vida no camina hacia atrás ni se demora en los días pasados”.
También, en palabras del poeta Antonio Machado llevadas a la canción por Joan
Manuel Serrat, podemos decir que:
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