Page 49 - DICHOS, REFRANES Y GENÉTICA
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criminólogo italiano César Lombroso del criminal nato, en cuyo caso podría considerarse
“el delito como fenotipo”.

       Como se indicará en un lugar posterior, existía el concepto antiguo equivocado de
asignar el papel hereditario a la sangre (es “sangre de mi sangre”) y no a los genes: lo
correcto sería decir “genes de mis genes”. Así, en el caso del comportamiento humano, se
cae en el mismo error en refranes tales como “la voz de la sangre” o “lo lleva en la
sangre”. El mal carácter se describe como “es una mala sangre” o “tiene mala sangre”.
En otras ocasiones, al diferenciar el componente genético del ambiental en el patrón de
comportamiento, se dice “la sangre se hereda y el vicio se apega”, “la sangre se hereda y
la virtud se aquista” o “más vale onza de sangre que libra de amistades”.

       El comportamiento es el fenotipo resultante de la interacción entre los genes y el
ambiente; en algunos casos predomina el efecto de los genes mientras que en otros pueden
más los factores ambientales, especialmente los socioculturales y educacionales en los
caracteres de comportamiento humano.

       La importancia de la influencia de los genes en el comportamiento se pone de
manifiesto en refranes como:

              ? “De mala simiente, peor gente”
              ? “Lobos de la misma camada”
              ? “De tal palo, tal astilla”
              ? “De casta le viene al galgo (el ser rabilargo)”
              ? “De mala gallina, huevo malo” (“mala gallina, malum ovum”, Juvenal)
              ? “A quien nueve meses estuvo en la barriga de una loca, algo le toca”
              ? “Al erizo, Dios le hizo” o “cuando Dios dio púas al erizo, bien supo lo que

                  hizo”
              ? “No hay más cera que la que arde”
              ? “De donde no hay, no se puede sacar”, “nadie da lo que no tiene”, “el

                  que nace burro, no llega a caballo” (“o que nace burro, non chega a
                  cabalo”, refrán gallego) porque “quien nace lechón, muere cochino”;
                  todos ellos son equivalentes al conocido dicho “quod natura non dat,
                  Salamantica non praestat” o, dicho con otras palabras, “con estos
                  mimbres, sólo se pueden hacer estos cestos” o “de ruin madera, no harás
                  buena mesa”. Equivalente a los anteriores es lo que dice el evangelio (Mt
                  6, 27): “¿Quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un
                  solo codo a la medida de su vida?”

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