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que implica desarrollar una teoría nueva con el fin fundamental de ANALES
justificar y predecir resultados que de otra manera “nos manten- RANF
drían atascados en el barro”.
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Pero, a cambio de unos resultados extraordinariamente
exactos, la mecánica cuántica nos impuso como tributo no poder in- ponsable de acuñar el término burlesco de “Big Bang”, con el ánimo
tuir el mecanismo que los produce. Como reconocían algunos de sus de desprestigiar la propuesta – que hoy constituye el estándar cos-
científicos más significados, “la mecánica cuántica es fundamental- mológico – de lo que se conoce como “Gran Explosión” u, original-
mente incomprensible” (Niels Bohr), “si crees que entiendes la me- mente, como “Átomo primigenio” (Lemaître), el punto inicial en el
cánica cuántica, no entiendes la mecánica cuántica” (Richard que se formó la materia, el espacio y el tiempo del universo, a partir
Feynman), hasta llegar a la abnegada aceptación de John von Neu- de trabajos de – entre otros – Alexander Friedman (1922), Georges
mann de que “no entiendes la mecánica cuántica, simplemente te Lemaître (1927), Edwin Hubble (1929) y George Gamow (1948).
acostumbras”.
Por supuesto, todo lo indicado no implica – en absoluto
Idealmente la confirmación de una hipótesis científica re- – minusvalorar el extraordinario valor de los modelos científicos
quiere considerar los siguientes aspectos: estándares actuales. Antes, al contrario, la teoría cuántica de cam-
pos, es decir, el formalismo teórico empleado para describir el com-
• Robustez explicativa del modelo sometido a ensayo; es decir, portamiento de las partículas elementales (electrones, fotones,
que éste disponga de sólidos fundamentos teóricos y un anda- quarks, etc.), ha tenido y tiene rotundos éxitos. Baste recordar que,
miaje lógico-matemático apropiado, así como que sea capaz de entre sus numerosas y excelentes predicciones teóricas confirmadas
explicar la mayor cantidad y diversidad posibles de aspectos pre- experimentalmente, el valor del momento magnético del electrón
viamente observados del fenómeno objeto de estudio. es la más exacta de la historia de la ciencia, con una desviación de
• Diseño y ejecución de experimentos no solo confirmatorios menos de 1 parte en cien mil millones (<1:1011).
sino también diferenciadores que permitan obtener datos o me-
diciones suficientemente distintos de los obtenidos con otras hi- Pese a ello, experimentos recientes muestran que el valor
pótesis alternativas. del momento magnético del muón – uno de los “hermanos pesados
• Datos correctamente registrados y debidamente contrastados; e inestables” del electrón, junto con el tauón – es ligera pero sig-
es decir, observados, medidos y reproducidos empleando proce- nificativamente mayor de lo que predice la teoría (20). El muón
dimientos y escalas previamente validadas, preferiblemente in- pertenece a la segunda generación de leptones (el tauón es el co-
dependientes del propio modelo testado e incluso de los propios rrespondiente miembro de la tercera) que, como el electrón, tiene
investigadores. carga negativa aunque su masa es 207 veces mayor que este último
• Prevenir, corregir o paliar los efectos de posibles errores acci- y además es muy inestable: su vida media es de 2,2. 10-6 segundos,
dentales y sistemáticos (sesgos), hasta reducirlos a un mínimo mientras que la del electrón es de – al menos – 66.000 cuatrillones
predeterminado que sea aceptable por la comunidad científica. (6,6.1028) de años, unos 5 trillones de veces mayor que el valor acep-
tado para la edad actual del universo.
Una cuestión fundamental a la que ya hemos aludido es
que el marco conceptual científico es muy relevante para la medición En definitiva, ningún modelo o teoría científica – ni si-
en ciencia, porque el contexto científico estándar – eso que Thomas quiera la prodigiosa electrodinámica cuántica (QED) – está exenta
Kuhn llamaba paradigma – determina el método y, con ello, la pre- de ser sometida a una permanente revisión, en un proceso ilimitado
cisión y la exactitud de las mediciones realizadas en un estudio. de retroalimentación entre teoría y experimentación, conectadas a
través de la medición. Esa es, precisamente, una de las mayores for-
Por ejemplo, el valor de la edad del universo que acepta- talezas de la ciencia.
mos actualmente como más probable está en torno a 13.770 millo-
nes de años. Sin embargo, este valor no procede de una medición 6. ERRORES, SESGOS Y FALSIFICACIÓN (Y RETRACTACIÓN)
directa sino que es una cantidad teórica calculada a partir del Mo- DE DATOS CIENTÍFICOS
delo Cosmológico Estándar, que ha sido extrapolada hacia atrás en
el tiempo hasta el “Big Bang”; es decir, es una estimación que va Como se indicó anteriormente, para confirmar o refutar
más allá del intervalo de observación física (19). cualquier hipótesis científica también se requiere prevenir, corregir
o paliar los efectos de posibles errores accidentales y sistemáticos.
Con otros modelos cosmológicos no homogéneos – no co- Los primeros, los accidentales o aleatorios, afectan fundamental-
pernicanos – el resultado sería muy diferente e incluso, partiendo mente a la precisión de los resultados, aunque también pueden
de paradigmas estacionarios, como el defendido por Fred Hoyle, su afectar a la exactitud. El grado de precisión se refiere a la mayor o
origen se remontaría al infinito. Curiosamente, Hoyle fue el res- menor dispersión del conjunto de valores obtenidos de mediciones
repetidas de una magnitud y, por tanto, cuanto menor es la disper-
sión mayor la precisión. Afortunadamente, hay procedimientos que
Epistemology of measurement
38 Santiago Cuéllar Rodríguez
An. Real Acad. Farm. Vol. 88. Nº 1 (2022) · pp.31-44