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nutricional de los embutidos, con el fin de establecer unas Paloma Celada, Francisco J. Sánchez-Muniz
pautas para su inclusión en las recomendaciones de una
alimentación prudente y saludable”. reciente meta-análisis de Carr y col. (73), se estudió el
consumo de diferentes tipos de carne (buey, cerdo,
Como ya hemos señalado, los cánceres de colon, recto cordero, ternera, y aves) y concluyó que el consumo de
y el combinado colorrectal se han relacionado de forma elevado vs. el reducido multiplicaba por 1,24 (IC 95%
consistente con el consumo de carne roja en estudios de 1,07-1,44) el RR de cáncer de colon pero no el de recto.
tipo observacional. No obstante, existe una variación Curiosamente el consumo elevado de carne de cordero
geográfica enorme en la incidencia, de cáncer colorrectal elevaba el RR de cáncer colorrectal, pero tal asociación no
con diferencia entre países el orden de 20 a 25 veces, se observó para la ingesta de carne de cerdo o de aves.
sugiriendo un papel adicional de otros factores
ambientales. En 2007, la Fundación Mundial de Existen diversos estudios respecto al papel de la carne
Investigación sobre el cáncer realizó una revisión sobre la roja y carnes procesadas en otros tipos de cánceres como
relación dieta-cáncer y concluyó que la ingesta de carne de esófago, estómago, pulmón, páncreas y endometrio, no
roja a y procesada constituían factores de riesgo para el obstante las evidencias científicas que pueden llegar a
desarrollo del cáncer de colon (61). Dado que dicho relacionarlos son limitadas (61).
estudio recibió muchas críticas se realizó una actualización
en 2011 (30), pero no se modificaron las conclusiones. La La pretendida potencialidad carcinogénica de la carne
actualización del 2011 concluyó que el consumo de 100 se basa en varios factores: método culinario, cantidad
g/día de carne roja incrementaba el RR por 1,17 y el de consumida y predisposición genética individual (74). Los
50g/día por 1,18 (30). Un meta-análisis independiente de mecanismos por los que se desarrollaría cáncer colorrectal
103 estudios de cohortes llegó a conclusiones similares, al consumir carne roja y procesada se basan en el
donde el grupo de mayor ingesta respecto al de menor procesado y el uso de algunos aditivos. Quizás un mayor
incrementaba el RR en 1,21 (IC 95% 1,13-1,29) mientras conocimiento de estos mecanismos podría llevar a mejorar
que para el de carne procesada la ingesta elevada respecto el método del procesado sin tener que restringir el
a la baja multiplicaba el RR por 1,19 (IC 95% 1,12-1,27). consumo de estos productos.
De nuevo los mismos factores de confusión se asociaron
con la ingesta de carne: incremento del peso corporal, 5. EL INFORME DE LA OMS Y SUS
reducción de la actividad física, consumo de tabaco e IMPLICACIONES
ingesta elevada de alcohol, y reducción del consumo de
frutas y verduras. Huxley y col. (70) autores de este meta- El pasado mes de octubre de 2015 la OMS emitió un
análisis concluyeron que tales factores debía ser objetivo comunicado previniendo sobre la peligrosidad de la
de campañas públicas de salud para reducir la incidencia ingesta de carne roja y/o procesada (4) creando la
de cáncer colorrectal. En otro meta-análisis (71) que consiguiente alarma entre la población. Haciéndonos eco
analizó la relación entre consumo de carne roja y cáncer de la situación nuestro grupo publicó en la revista de
colorrectal se calculó entre consumo elevado y bajo un RR Nutrición Hospitalaria (32) un artículo especial donde se
de 1,12 (IC 95% 1,04-1,21) entre consumo elevado y bajo, puntualizaban algunos aspectos de dicho informe.
señalando los autores la gran heterogeneidad existente Analizando el comunicado, parece claro que el problema
entre los estudios revisados. El RR para hombres fue 1,21 estudiado requiere la máxima atención, pero quizás
(IC 95% 1,04-1,42) mientras que para mujeres 1,01 (IC también mucha puntualización. Así, el análisis realizado
95% 0,87-1,17). Es decir en las mujeres no se encontró por la OMS implica, aparte de estudios ya comentados en
asociación significativa entre el nivel de ingesta y la líneas anteriores, a productos consumidos en cantidades
incidencia de cáncer. Estos autores concluyen que los importantes en otros países, particularmente Estados
datos observacionales fueron insuficientes para garantizar Unidos y Norte de Europa, donde las prácticas culinarias
una asociación estadística independiente entre el consumo son diferentes y el aporte de alimentos ricos en
de carne roja y el riego de cáncer colorrectal por su antioxidantes (frutas, hortalizas y verduras) o en ácidos
debilidad estadística, heterogeneidad entre los estudios, grasos omega-3 de larga cadena, de reconocida
inconsistencia entre los subgrupos, y la existencia de otros potencialidad anticancerígena (56), se aleja de lo
factores de confusión tanto alimentarios como aconsejado; mientras que en España el consumo de
ambientales. derivados cárnicos en los que se encuentran los productos
potencialmente peligrosos a los que nos referiremos a
En otro meta-análisis (72) también se encontraron continuación ronda cantidades que preconiza la OMS, pero
resultados similares con RR para el consumo elevado vs. el consumo de frutas y verduras y pescado, en particular
reducido de carne roja o carne procesada de 1,22 (IC 95% graso, es bastante más elevado (32).
1,11-1,34). Estos autores también calcularon la relación
dosis-respuesta y encontraron un incremento lineal del El mecanismo más convincente que vincula la carne y
riesgo hasta 140 g/día, a partir del cual se obtiene una el desarrollo de cáncer colorrectal, implica a diversos
meseta. En un análisis más detallado se observó que el RR componentes mutagénicos formados durante el cocinado
de cáncer de colon permanecía, pero para el cáncer de de la carne a altas temperaturas y considerados iniciadores
recto no llegaba a ser significativo. Por último en el y promotores de la carcinogénesis en humanos: aminas
aromáticas heterocíclicas (AAH), hidrocarburos
78 aromáticos policíclicos (HAP) y las N-nitrosaminas (4)
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