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El
concepto
darwiniano
de
la
allostasis…
una
correlación
positiva
entre
el
peso
fetal
y
dicha
actividad
enzimática
en
placenta
y
en
tejidos
fetales
(4).
La
placenta
también
secreta
el
factor
de
crecimiento
similar
a
la
insulina
(IGF--1)
que
es
considerado
la
hormona
de
crecimiento
fetal.
Existe
una
correlación
positiva
muy
alta
entre
los
niveles
fetales
de
IGF--1
y
el
crecimiento
fetal.
En
nuestro
grupo
de
trabajo
fue
un
tema
muy
estudiado
(18--20)
Realmente,
se
puede
decir
que
la
placenta
representa
la
unión
del
feto
con
el
medio
exterior
y
es
capaz,
por
sus
secreciones
y
por
propiciar
la
llegada
de
nutrientes,
de
suplir
al
organismo
fetal
y
regular
su
crecimiento
en
cuestiones
que
después
del
nacimiento
harán
los
órganos
ya
formados
del
neonato,
como
riñones,
pulmones,
glándulas
endocrinas
y
tracto
gastrointestinal
neonatal.
La
placenta,
de
muchas
formas,
modula
el
ambiente
de
crecimiento
del
feto.
y
su
homeostasis.
Estos
autores
destacan
en
su
trabajo
la
necesidad
de
ahondar
en
el
estudio
placentar
(figura
4).
En
su
modelo
de
oveja,
inyectan
intraperitonealmente
in
vivo
a
la
madre
gestante
glucocorticoides
(figura
4)
y
observan
elevación
de
la
presión
arterial
en
la
madre
y
la
restricción
del
crecimiento
en
el
feto,
además
de
modificaciones
en
la
regulación
de
su
axis
HPA,
con
alteraciones
de
la
tolerancia
a
la
glucosa
en
su
etapa
adulta.
Aducen
que
ello
ha
sido
probado
en
macacos,
ovejas,
ratas
y
humanos,
y
que
todo
ello
llevó
a
la
creación
en
2003,
en
el
Reino
Unido,
de
la
Sociedad
Internacional
durante
el
Desarrollo
de
la
Salud
y
la
Enfermedad–International
Society
for
the
Developmental
Origin
of
Health
and
Disease
((DOHaD)
(10).
En
su
trabajo
resaltan
el
hecho
de
que
a
pesar
de
que
durante
el
periodo
gestante
de
los
mamíferos
el
glucocorticoide
circulante
es
de
origen
maternal,
y
sus
niveles
no
son
altos,
ya
que,
solamente,
al
fin
de
la
gestación
se
produce
una
gran
elevación
de
glucocorticoides
circulantes
en
el
feto
debido
al
funcionamiento
del
axis
fetal
(figuras
3
y
4
).
Sin
embargo,
durante
toda
la
gestación
existe
una
gran
cantidad
de
receptores
de
glucocorticoides
tanto
en
la
placenta
como
en
los
tejidos
fetales
desde
el
principio
hasta
el
fin
del
periodo
gestacional.
Hoy
se
sabe
que
los
knock
out,
los
animales
que
no
expresan
dichos
receptores
GR
por
manipulación
genética,
no
crecen,
no
prosperan,
y
los
transgénicos
en
los
que
se
reduce
el
30--50
por
cien
los
GR
tienen
un
axis
HPA
mal
programado.
En
su
trabajo
destacan,
en
sus
experimentos
in
vivo
inyectando
glucocorticoides
a
la
oveja
(figura
4),
cómo
la
llegada
de
corticoides
a
la
placenta,
por
una
parte,
modifica
y
desestructura
la
formación
de
tejidos
y
capas
celulares
placentarias
y,
por
otra,
disminuyen
en
placenta,
secreciones
como
el
lactógeno
placentario
(PL).
El
PL
tiene,
además,
acciones
en
la
madre
gestante
adaptando
su
metabolismo
para
que
disponga
de
nutrientes.
Y,
en
placenta
estimula
la
secreción
de
IGF--I
que,
como
hemos
dicho,
es
la
hormona
de
crecimiento
fetal.
El
PL
es
somatotropo;
estimula
la
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