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María
Isabel
Jiménez
Serranía,
Ramona
Mateos
como
fármaco
suplementario
en
tratamientos
con
sulfonilureas
u
otros
AHOs
(43),
por
lo
que,
en
estos
casos,
cabría
esperar
una
mayor
proporción
de
RAs.
En
el
84%
de
los
casos
de
nuestro
estudio
donde
se
notifican
metformina
y
sulfonilureas,
también
aparecen
notificados
otros
principios
activos.
De
hecho,
entre
los
casos
mortales,
hemos
observado
con
mayor
frecuencia
combinaciones
de
metformina
con
sulfonilureas
y
con
otros
AHOs
(3
casos),
que
combinación
de
los
dos
primeros
exclusivamente
(1
caso).
A
propósito
del
único
caso
mortal
donde
los
fármacos
implicados
son
metformina
y
glibenclamida,
observamos
que
sólo
se
considera
sospechoso
al
fármaco
metformina
cuando
ninguna
de
las
RAs
registradas
es
específica
de
este
principio
activo
(el
caso
presenta
acidosis
metabólica,
anuria,
hipoglucemia,
hipotensión
y
malestar
general;
sin
presencia
de
acidosis
láctica).
A
su
vez,
ambos
tratamientos
--metformina
y
glibenclamida--
fueron
concomitantes,
por
lo
que
la
hipoglucemia
generada
podría
asociarse
más
al
uso
combinado
que
al
efecto
de
metformina
por
sí
sola
(26).
Por
tanto,
creemos
recomendable
que
en
casos
con
desenlace
mortal,
todos
aquellos
medicamentos
concomitantes
con
posibilidad
de
producir
alguna
de
las
RAs
notificadas,
sean
considerados
sospechosos
o,
en
su
defecto,
sospechosos
por
interacción.
En
términos
generales,
y
aun
teniendo
en
cuenta
el
riesgo
de
hipoglucemia
asociado
a
las
sulfonilureas
y
su
efecto
sinérgico
con
metformina,
creemos
que
el
uso
combinado
de
ambos
fármacos
ha
tenido
buenos
resultados
durante
los
años
de
estudio
en
lo
referido
a
seguridad
(sólo
19
casos
donde
aparece
la
combinación
de
sulfonilurea
y
metformina
sin
ningún
otro
fármaco).
En
cambio,
en
el
resto
de
notificaciones
con
sulfonilureas,
AHOs
y
terceros
principios
activos,
el
riesgo
de
sufrir
una
RA
parece
estar
más
asociado
a
dicha
combinación
con
terceros
que
a
RAs
específicas
de
los
principios
activos.
Por
lo
tanto,
las
politerapias
de
más
de
dos
AHOs
parecen
presentan
mayores
riesgos
de
seguridad
en
detrimento
de
su
potencial
efecto
sinérgico
para
la
consecución
de
un
buen
control
glucémico.
Metformina
y
acidosis.
En
nuestro
estudio,
la
presencia
de
acidosis
(diferente
de
acidosis
láctica)
como
RA
relacionada
con
metformina
en
casos
de
politerapia
–cuando
no
se
ha
observado
en
monoterapia--,
lleva
a
pensar
en
la
influencia
del
resto
de
medicación
en
su
aparición.
De
hecho,
existen
estudios
recientes
sobre
casos
de
acidosis
inducida
por
metformina
debida
a
RAs
con
otros
fármacos
(80).
Sería
interesante
que,
en
estos
casos,
se
registrase
si
ha
habido
RAs
previas
y,
si
así
fuese,
notificar
los
fármacos
implicados
como
sospechosos
por
interacción,
lo
que
facilitaría
el
estudio
de
señales.
Glitazonas
y
metformina.
Hemos
observado
el
mismo
número
de
relaciones
entre
rosiglitazona
y
metformina
que
entre
pioglitazona
y
metformina
en
las
302