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SREBP--1c,
ChREBP
y
LXR…
Vías
metabólicas
implicadas
en
la
esteatosis
hepática
La
esteatosis
hepática
se
desarrolla
como
resultado
del
desequilibrio
entre
el
aporte
y
la
degradación
de
los
lípidos.
Los
lípidos
almacenados
en
el
TAB
que
fluyen
al
hígado
como
AGL,
los
sintetizados
en
el
hígado
mediante
la
lipogénesis
de
novo
y
los
AG
procedentes
de
la
dieta,
son
las
fuentes
lipídicas
que,
en
condiciones
fisiológicas,
contribuyen
a
formar
la
grasa
hepática.
Después
de
la
esterificación,
los
TG
pueden
ser
almacenados
como
gotas
lipídicas
en
los
hepatocitos,
secretados
a
la
sangre
como
partículas
VLDL,
o
hidrolizados
de
nuevo
a
AG
para
su
oxidación.
Por
consiguiente,
la
infiltración
grasa
del
hígado
puede
producirse
por
alguna
de
las
siguientes
causas:
el
aumento
de
la
cantidad
de
AGL
que
alcanzan
el
hígado
por
la
porta;
el
incremento
de
la
lipogénesis
de
novo
y
la
disminución
de
la
ß--oxidación
de
los
AG
y/o
de
la
secreción
de
TG
en
forma
de
VLDL.
En
pacientes
con
EHNA
Donnelly
y
col
(23)
demuestran
que
el
60%
de
los
TG
hepáticos
proceden
de
los
AGL
circulantes,
el
25%
deriva
de
la
lipogénesis
de
novo
y
el
15%
restante
se
forma
a
partir
de
los
AG
procedentes
de
la
dieta
(Figura
1).
Por
lo
tanto,
el
elevado
aporte
de
AGL
al
hígado
y
el
incremento
de
la
síntesis
de
novo
de
los
AG,
son
las
principales
causas
del
acúmulo
graso
en
la
esteatosis,
mientras
que
la
alteración
de
la
vías
de
oxidación
de
los
AG
y/o
de
la
secreción
de
VLDL,
presentan
una
menor
incidencia.
Aporte
de
AGL
al
hígado
Como
ya
se
ha
indicado,
la
RI
periférica
contribuye
a
aumentar
el
flujo
de
AGL
liberados
desde
el
TAB
hacia
el
hígado,
al
reducir
la
acción
supresora
de
la
insulina
sobre
la
lipasa
sensible
a
hormona
(24).
Un
aumento
de
la
capacidad
hepática
para
captar
estos
AGL
circulantes
es
crucial
para
inducir
el
hígado
graso.
Teniendo
en
cuenta
que
la
tasa
de
captación
de
los
AGL,
depende
de
su
concentración
y
de
la
capacidad
de
transporte
del
hepatocito
a
través
de
la
membrana,
la
alteración
de
sus
sistemas
de
transporte
influye
significativamente
en
el
desarrollo
del
HGNA.
En
este
sentido,
estudios
recientes
han
demostrado
que
el
aumento
en
la
expresión
de
las
proteínas
de
transporte
de
AG
((FATPs),
la
traslocasa
de
AG
(FAT/CD36)
y
las
proteínas
ligadoras
de
AG
(FABPs),
parecen
favorecer
la
lipotoxicidad
y
el
desarrollo
de
esteatosis
hepática,
como
se
ha
observado
en
el
hígado
de
pacientes
con
HGNA
(25).
Por
el
contrario,
la
deleción
del
gen
FATP5,
disminuye
la
obesidad,
la
esteatosis
y
la
RI,
en
ratones
sometidos
a
una
dieta
HFD
(26).
Lipogénesis
de
novo
A
consecuencia
de
la
ingesta
alimenticia,
los
animales
superiores
utilizan
los
carbohidratos
preferentemente
para
la
formación
de
ATP.
Cuando
la
ingesta
de
carbohidratos
es
excesiva,
la
vía
de
la
lipogénesis
de
novo
permite
su
conversión
en
AG,
que
a
su
vez,
pueden
ser
esterificados
a
TG
en
el
hígado.
En
el
HGNA
el
aumento
de
la
glucemia
y
la
hiperinsulinemia
derivadas
de
la
RI
favorecen,
de
19