Page 17 - 80_01
P. 17
Elvira
López--Oliva
Muñoz,
Emilia
Muñoz
Martínez
hasta
una
esteatohepatitis
no
alcohólica
(EHNA)
caracterizada
por
la
existencia
de
necroinflamación,
apoptosis
de
los
hepatocitos,
fibrosis,
cirrosis
y
eventualmente
carcinoma
hepatocelular,
lesiones
indistinguibles
de
las
del
hígado
graso
alcohólico
(4,5).
Debido
a
que
el
acúmulo
de
TG
hepáticos
está
asociado
a
un
estado
de
resistencia
a
la
insulina,
el
HGNA
es
considerado
como
la
manifestación
hepática
del
síndrome
metabólico
y
ligado
muy
estrechamente,
como
factor
de
riesgo,
a
todas
sus
manifestaciones:
obesidad,
diabetes
tipo
2,
dislipemia,
hipertensión
y
aterosclerosis
(6,7).
Por
ello,
aunque
la
incidencia
del
HGNA
es
alta
entre
la
población
(20--30
%
en
los
adultos
y
3--10%
en
los
niños),
según
cifras
de
EEUU
extrapolables
a
Europa
y
a
España
(8),
la
obesidad
(80--90%)
y
la
diabetes
tipo
2
(30--50%)
acentúan
el
problema,
pudiendo
desarrollar
EHNA
hasta
en
el
35%
de
los
casos
(9).
Así
pues,
el
predominio
de
los
hábitos
sedentarios,
la
ingesta
hipercalóríca
y
la
prevalencia
de
obesidad
en
la
población
occidental
han
aumentado
el
riesgo
de
padecer
EHNA,
por
lo
que
se
ha
convertido
en
la
causa
más
común
de
enfermedad
crónica
hepática,
configurándose
como
un
importante
problema
económico
y
de
salud
pública
(10),
con
un
índice
de
mortalidad
muy
elevado
(11).
En
la
clínica,
además
de
las
pruebas
de
laboratorio,
existen
técnicas
no
invasivas
de
evaluación
diagnóstica
(ultrasonidos,
resonancia
magnética,
tomografía
computarizada
etc.),
pero
sin
embargo,
el
cuadro
histopatológico
real
y
su
gravedad,
solo
puede
establecerse
mediante
la
biopsia
hepática
(5).
En
cuanto
al
tratamiento,
aunque
se
han
postulado
el
uso
de
agentes
sensibilizadores
a
la
insulina
(metformina,
tiazolidinedionas),
antilipémicos
(fibratos),
antioxidantes,
inhibidores
del
factor
de
necrosis
tumoral
a
(TNFa),
ácidos
grasos
poliinsaturados
(PUFA)
etc.,
no
existe
una
terapia
específica
de
EHNA.
Por
ello,
el
tratamiento
recomendado
hoy
día,
se
basa
en
el
cambio
de
estilo
de
vida
y
de
hábitos
dietéticos
y
en
el
control
de
peso
(4).
En
este
trabajo
se
revisan,
en
primer
término,
los
mecanismos
patogénicos
de
HGNA
y
su
progresión
hacia
EHNA.
En
segundo
lugar,
se
examinan
los
datos
actuales
sobre
la
biología
y
la
función
de
los
factores
de
transcripción;
SREBP--1c
(proteína
de
unión
al
elemento
regulador
del
esterol),
ChREBP
(proteína
de
unión
al
elemento
de
respuesta
a
carbohidratos)
y
el
receptor
X
hepático
(LXR),
como
reguladores
esenciales
de
la
homeostasis
lipídica,
glucídica
y
de
la
inflamación,
haciendo
énfasis
en
su
implicación
en
la
patogenia
del
HGNA.
PATOGENIA
DEL
HIGADO
GRASO
NO
ALCOHÓLICO
La
patogenia
del
hígado
graso
no
alcohólico
es
multifactorial
y
todavía
no
bien
conocida.
Se
han
utilizado
varios
modelos
animales
que
desarrollan
síntomas
similares,
a
fin
de
establecer
los
mecanismos
patogénicos
del
HGNA
y
su
progresión
a
la
EHNA.
Entre
ellos,
los
más
usados
son
los
modelos
genéticos
(ob/ob,
con
una
mutación
del
gen
de
leptina
y
db/db,
con
una
mutación
del
gen
del
16