Page 23 - 75_ex
P. 23

VOL. 75 (E), 711-735, 2009  HISTORIA Y GENERALIDADES

    En cuanto a los manantiales, en el siglo XIX se describían doce
manantiales de los cuales sólo tres se utilizaban desde el punto de
vista terapéutico: dos para baños, Baño Viejo, totalmente natural,
con aguas termales a 36 ºC, Baño Nuevo, artificial, que se surtía de
una surgencia a través de una conducción al aire libre por lo que la
temperatura era inferior, 35 ºC, y La Teja cuyas aguas surgían a
31,25 ºC y que se empleaba en bebida. Se citaban asimismo otros
tres manantiales cuyas aguas eran notables para bebida como eran
La Higuera cuyas aguas llevaban sales férricas, el Magnesiano cuyas
aguas, de pretendidas acciones purgantes, se usaban sólo por pres-
cripción especial del médico director puesto que Salvador Asprer y
García en 1896 comentaba que «su sabor desagradable hace que no
sea buscada por gusto de los bañistas» y por último el Selenioso.

3.1.1. Propietarios

    Al término de la presencia musulmana, y tras la Reconquista, a
finales del siglo XV los baños pasaron a ser propiedad de algunas
familias aristocráticas como los Bazán, Torcharolo y Bracamonte.
No es extraño por ello que durante algún tiempo el Balneario fuera
conocido con el nombre de «Balneario de Bracamonte» en recuerdo
de los dueños de esta familia a quienes perteneció.

    Los Reyes Católicos para recompensar a los nobles que ayudaron
a la Reconquista entregaron tierras que habían sido confiscadas a
los musulmanes y está documentada la escritura del Mayorazgo
concedido en 16 de abril de 1570 al Doctor Don Baltasar de Santa
Cruz Bocanegra, Marqués del mismo título, y a su esposa Doña
María de Vergara. Los manantiales estaban comprendidos en el
Mayorazgo que ellos fundaron y que permaneció en poder de dicha
familia durante tres siglos más. En el siglo XVIII eran propiedad de
Don Isidro Alfonso de Sousa de Portugal y Guzmán, duodécimo
Marqués de Guadalcázar y Conde de los Arenales, Grande de Espa-
ña. Pascual Madoz refiere que en el lugar de Alicún (aldea también
conocida como Alicún de Don Diego, que pasó a denominarse Alicún
de las Torres, que dio nombre a los baños) existía una fuente cuyas
«aguas (que) en el dia van adquiriendo nombre, y aun antiguamente
se frecuentaban mucho (…) hay un cortijo, propiedad del conde
Arenales» donde se hospedaban los bañistas» (11).

                                                                                             721
   18   19   20   21   22   23   24   25   26   27   28