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I. NIETO-VÁZQUEZ Y COLS. AN. R. ACAD. NAC. FARM
citoquinas), en concreto la isoforma SOCS-3, interaccionan directamente
con IRß e IRS-1 inhibiendo la señalización por insulina. En adipocitos
3T3-L1 el tratamiento crónico con IL-6 induce la expresión de SOCS-3,
efecto que es revertido por el tratamiento con rosiglitazona, antidiabético
que se está utilizando actualmente en la clínica (33), y dicho supresor es
sobreexpresado en el tejido adiposo de ratones obesos.
Se ha visto que estimulaciones largas con IL-6 incrementan el
transporte basal de glucosa en adipocitos 3T3-L1, mientras que la
estimulación en agudo no ejerce ningún efecto. En las líneas adipocíticas
3T3-L1 y 3T3-F442A el tratamiento crónico con IL-6 induce su propia
secreción, disminuye la cantidad total de IRß e IRS-1 además de inhibir la
activación por insulina de IRß, IRS-1, AKT y ERK1/2, y disminuye la
lipogénesis y el transporte de glucosa estimulados por insulina (33).
Existe también algún estudio realizado en células adiposas humanas en
cultivo donde se observa como la IL-6 es capaz de incrementar la lipólisis
y la oxidación de grasas, afectando posiblemente a la homestasis de la
glucosa de forma indirecta (34). A diferencia del TNFa, la IL-6 en tejido
adiposo no aumenta la fosforilación en residuos de serina de IRS-1 ni la
activación de JNK, pero sí ejerce un efecto inhibitorio a nivel
transcripcional sobre IRS-1 y GLUT4 disminuyendo el transporte de
glucosa estimulado por insulina, y sobre algunos genes específicos del
tejido adiposo como PPAR? y C/EBPa (33).
La IL-6 también parece desempeñar un papel importante en el
desarrollo de resistencia a insulina en el hígado. Así, niveles elevados de
IL-6 pueden estar relacionados con la inhibición de la enzima glucógeno
sintasa hepática, la activación de la enzima glucógeno fosforilasa y de la
lipólisis, y de un incremento en la producción de ácidos grasos. El
tratamiento crónico con IL-6 de la línea celular HepG2 y de hepatocitos
de ratón inhibe el efecto de la insulina sobre la fosforilación en residuos
de tirosina de IRS-1 y su asociación con la subunidad p85 de la PI3K,
además de la activación de AKT y la síntesis de glucógeno. También se
ha descrito la capacidad de la IL-6 para incrementar los niveles de las
proteínas SOCS en este tejido (35).
El papel que tiene la IL-6 en el tejido muscular esquelético es más
controvertido hasta el momento. De hecho no hay publicaciones que
realmente afiancen su implicación en la resistencia a insulina, sino más
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