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VOL. 74 (4)  RESISTENCIA A INSULINA EN EL MÚSCULO...

células del músculo esquelético (31). Recientemente se ha observado que,
entre un 10-35% de la IL-6 basal circulante procede del tejido adiposo, lo
cual permite pensar en esta citoquina como un posible mediador
metabólico. Se ha descrito una mayor susceptibilidad a desarrollar
obesidad y alteraciones metabólicas en ratones deficientes en IL-6,
pudiendo ser causa de la obesidad la deficiencia central de esta citoquina
(Tabla I) (32). De hecho, se ha descrito que una inyección intracraneal de
esta citoquina podría disminuir la masa grasa vía sistema nervioso central
(32). Sin embargo, el papel de esta citoquina en la obesidad es aún
confuso, ya que su concentración parece estar aumentada en la obesidad
como citoquina proinflamatoria.

        En condiciones normales, los niveles plasmáticos de IL-6 son
bajos, sin embargo su producción se puede ver alterada en condiciones de
estrés, infección o ejercicio. Por tanto, la IL-6 es una proteína de
localización ubicua cuya expresión es estimulada por diferentes agentes

tanto fisiológicos como patológicos. Algunos de ellos son IL-1, TNFa y
endotoxina bacteriana. Además, la hipoxia induce la expresión de IL-6 en
cultivo de células endoteliales, e in vivo incrementa sus niveles
plasmáticos, mientras que, glucocorticoides y estrógenos, pueden
suprimir su producción (31).

        La IL-6 ejerce sus múltiples acciones actuando a través de su

unión a un complejo formado por una subunidad de 80 kDa (IL-6Ra), y
por dos homodímeros transmembrana de la glicoproteína (gp) 130. Esta
última, se asocia con otras tirosina quinasas activas como Jak1, Jak2 y
Tyk2, las cuales activan a su vez por fosforilación a las proteínas STAT1,
STAT3 y STAT5. Las proteínas STATs activas, forman homo o
heterodímeros que pueden translocarse al núcleo y activar la transcripción
de diferentes factores, lo que desencadena una compleja red de
señalización. La IL-6 circulante, puede unirse también, de manera

específica, a la forma soluble del IL-6Ra (gp50). Este complejo, puede
acoplarse posteriormente a la subunidad transmembrana gp130, y activar
así, la cascada de señalización de la IL-6, incluso en aquellas células que

no expresan IL-6Ra (31).
        La ruta de señalización de la IL-6 puede interaccionar en

diferentes puntos con la cascada de señalización de la insulina. De hecho,
se ha descrito que las proteínas SOCS (supresor de la señalización de

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