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VOL. 71 (2), 387-427, 2005  LA TOXINA BOTULÍNICA COMO MEDICAMENTO

0,5N o por el ditiotreitiol, suelta a las cadenas H que queden en el
supernadante y a las L que se pueden separar por electroforesis en
gel de acrilamida o bien dejando que se agreguen entre sí, precipi-
tando cuando la concentración de toxina supera el mg/l salvo que,
como pasa con la toxina tétanica, se adicione urea. La diálisis de una
mezcla equimolecular de las cadenas H y L regenera el 40% de la
neurotoxina.

    Las neurotoxinas producidas por los clostridium, analizadas por
clonación y secuenciación de genes, demuestra que tienen en común
sólo algunos segmentos no consecutivos, localizados preferentemen-
te en la cadena L. Las toxinas botulínica y tetánica tienen un seg-
mento muy homólogo en la mitad de la cadena ligera (NH2-terminal
50 k Da), que contiene el motivo ligado al zinc de la metaloendopep-
tidasas, HEXXH, que en cinco serotipos de la toxina botulínica, así
como en la tetánica, quela al catión zinc, necesario para la catálisis.
La HEXXH se ha sintetizado (Jongeneel y cols. 1989) actúa intrace-
lularmente, lo que llevó a Schiavo y cols. (1992) a pensar que sería
una endopeptidasa zinc-dependiente, cuya cadena L contiene la se-
cuencia histidina-ácido glutámico-xaa-xaa-histidina típica de estas
enzimas, que media la fijación a la proteína, siendo imprescindible
para su toxicidad (Nieman y cols. 1994). Middelbrook y cols. demos-
traron que los inhibidores de las zinc-endopeptidasas bloquean la
actividad intracelular de la toxina. Ello proporciona una prueba
indirecta, pero muy convincente, de que la toxicidad celular radica
en una actividad proteásica. Igualmente las cadenas L de las neuro-
toxinas tetánica y diftérica y la encefalina, que interviene en la in-
flamación y en la invasión y producción de metástasis de tumores
malignos, así como en los subsiguientes procesos de reparación hís-
tica (proteasas de los PMN), son endopeptidasas zinc-dependientes,
que cortan proteínas en puntos específicos.

    Ihara y cols. (2003) demostraron que la neurotoxina de la cepa
111, la 111/NT, aislada de un caso de botulismo del lactante del
serotipo B, tiene un 97,6% de homología y del 85,7% la de los ami-
noácidos con la neurotoxina de la cepa Okra aislada de un botulismo
alimentario, diferencia que se traduce en cambios bioquímicos y
antigénicos. La razón de substitución de los no sinónimos respecto
a la de los sinónimos fue 0,47. Las substituciones de aminoácidos
entre las toxinas 111/NT y Okra/NT tienen lugar preferentemente en

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