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MARÍA TERESA MIRAS PORTUGAL AN. R. ACAD. NAC. FARM.
sirve para ponernos en antecedentes de las estrategias metodológicas
empleadas. Uno de los grupos midió las respuestas electrofisiológi-
cas en rata que había sido infectada con adenovirus para dirigir la
expresión de un receptor olfativo recombinante (Zhao et al., 1998).
Otra aproximación a la funcionalidad de los receptores consistió en
diseñar una librería de expresión basada en la heterogeneidad de la
región transmembranar de los receptores olfativos y entonces usar
la imagen de calcio para identificar los clones que responden a olo-
res particulares (Krautwurst et al., 1998).
Sin duda, la aproximación más exitosa fue la diseñada por el
grupo de Linda Buck (Malnic et al., 1999), que utilizó la imagen de
calcio para identificar las neuronas que respondían a un determina-
do olor y después aislar mediante una micropipeta el RNAm de cada
una de las células que respondían, ampliando los mensajeros me-
diante la reacción en cadena de la polimerasa, a esta técnica se la
conoce en inglés como single cell PCR. De este modo consiguió
clonar específicamente los receptores olfativos que respondían a cada
uno de los compuestos químicamente definidos ensayados. Este
amplísimo trabajo confirmó el hecho de que las neuronas olfativas
son funcionalmente distintas, ya que cada una de ellas expresa un
único receptor olfativo. También permitió confirmar que la zona
transmembranar, sobre todo de las hélices IV y V, que es altamente
variable, es el sitio de unión del ligando olfativo y que cambios en
un único aminoácido de esta región cambian la especificidad del
receptor. Usando diferentes aproximaciones se demostró que cada
receptor olfativo individual reconoce múltiples moléculas aromáti-
cas que tengan cadenas de similar longitud, por ejemplo, que difie-
ran solamente en dos o cuatro carbonos, y con similares grupos
alifáticos. Otro aspecto importante es que algunas moléculas oloro-
sas son reconocidas por múltiples receptores y que existe una corre-
lación positiva entre la longitud de la cadena carbonada y el número
de receptores olfativos que es capaz de estimular. Así pues, el siste-
ma olfativo emplea un código combinatorio, como ha sido demos-
trado por el grupo de L. Buck (Malnic et al., 1999).
Si una sustancia olorosa interacciona con más de un receptor y
además un receptor puede ser estimulado por más de una sustancia
olorosa, ¿qué es lo que define un olor característico?: La respuesta a
esta compleja situación fisiológica y sensorial reside en que es la com-
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