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VOL. 69 (4), APORTACIONES DE LIEBIG A LA NUTRICIÓN
distintos de las proteínas y uno de los cuales era la osmazoma, tenían
algún valor nutritivo.
Liebig que por entonces ya sabía, por propia experiencia, que la
gelatina carece del poder de formar tejidos, pensó que el caldo debía tener
algo verdaderamente nutritivo puesto que, en países como Francia, los
labriegos se encontraban en muy buenas condiciones físicas y gozaban de
excelente salud alimentándose corrientemente con caldos o sopas, patatas,
otras hortalizas y pan integral. Concluyó que los componentes
nitrogenados de los caldos no contribuían a la sarcopoyesis pero sí
ejercían un cierto efecto estimulante del apetito y del tono general del
organismo que seguramente era beneficioso. El valor nutritivo de los
caldos lo atribuyó a las sales minerales extraídas de la carne por la
cocción. Seguramente por ello afirmó en la 4ª Edición inglesa de sus
Cartas Familiares de Química (1858):
“Por tanto no puede mantenerse que la pérdida de valor
nutritivo de la carne lixiviada se deba a la sustracción de los
componentes orgánicos solubles del jugo; consecuentemente
hemos de buscar la causa de este fenómeno en los componentes
incombustibles de la sopa o jugo de la carne”
7. EXTRACTO DE CARNE
Todas estas ideas e investigaciones y sus deseos comerciales llevaron
a Liebig a la explotación industrial del extracto de carne.
En torno a 1850 tanto en América del Sur como en Australia había
tal producción de carne que los precios cayeron en picado ocasionando la
ruina de muchos estancieros y rancheros. Fue entonces cuando Liebig
pensó en poner en marcha un proceso de fabricación de extracto de carne
que había descrito en 1847. Sin embargo, tal proyecto no sería realidad
industrial hasta diecisiete años después, en 1864, cuando se inauguró una
planta elaboradora en Fray Bentos (Uruguay).
La aparición en el mercado del “Extractum carnis de Liebig” tuvo
una gran resonancia y desde el primer momento atrajo la atención del
público por la propaganda y publicidad de que estuvo rodeada. Se alegaba
que una libra del producto contenía concentrada la esencia de 36 libras de
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