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ANA Mª JIMÉNEZ GARNICA  ANAL. REAL ACAD. NAC. FARM

         Así pues, no resulta extraño que la mayoría de la población siguiera
apegada al estilo de vida y los valores tradicionales, que consistían
principalmente en gastar, ostentar, ir a los toros54 y a la comedia55; y que
despreciara los ilustrados de la razón, la naturaleza, la virtud, la felicidad y la
propiedad individual, con los que se pretendía conseguir la felicidad
colectiva de los habitantes del Estado. Por ello, a la hora de pensar en el
nuevo espacio del Prado, el principal obstáculo que había que salvar era la
pugna entre Tradición y Modernidad, por lo que había que controlar desde
arriba a la opinión pública, planificando cuidadosamente sus lugares y
momentos de esparcimiento.

         Ambas ideas se dieron cita en el Nuevo Paseo del Prado y el éxito
fue rotundo. La primera premisa se cumplió con la elección de un lugar
históricamente consolidado. La segunda, al reemplazar la idea de Felipe II
de crear un locus amoenus donde se dio prioridad a los valores manieristas
de la diversidad, la irrealidad, la desmesura, la exuberancia y la fantasía, por
otra que pretendió explicar los fundamentos del orden cósmico56 a través de
esculturas cuyas personificaciones, aunque procedían de la Mitología, tenían
una apariencia real, lógica, tangible, medida, equilibrada, serena y bella;
todo lo cual evidenciaba la nueva postura neoclásica. Dos de ellas

Alhambra, Madrid, 1984, pp.176-178.
  54 En 1785 Carlos III publicó una Pragmática Sanción con la que, una vez más, se

intentaba prohibir el espectáculo de los toros. La medida debió ser tan infructuosa como las
anteriores de 1754 y 1757, porque el coso cercano a la Puerta de Alcalá siguió en pie, y hubo
que actualizarla, una vez más, en 1788.

  55 M. C. RODRIGUEZ y B. BENNASSAR (citado en F.López, op.cit., p.787).
  56 Esta fue una idea sobre la que insistió Carlos III desde sus primeros momentos en
España. Cuando en octubre de 1759 llegó a Barcelona, procedente de Nápoles, se celebró
una "máscara real" o representación teatral que se componía de tres partes, en las que se
representaba el mundo celeste presidido por Júpiter; el terrestre, por Saturno; y el marino por
Neptuno, de acuerdo a como la Antigüedad clásica expresaba simbólicamente la
composición del Universo (Joan Casamayor, Relacion Obsequiosa de los seis primeros días,
en que logró la Monarchia española su mas Augusto Principio, anunciandose a todos los
vasallos perpetuo regozijo, y constituyendose Barcelona un Paraiso con el arribo,
desembarco y residencia, que hicieron en ella desde los dias 17 al 21 de octubre de 1759 las
Reales Magestades del Rey Nuestro Señor Don Carlos III y de la Reyna Nuestra Señora
Doña Maria Amalia de Saxonia, con sus Altezas el Principe Real y demás soberana
Familia, Barcelona, 1759; tomado de Mª de los Angeles Pérez, op. cit. n.40).

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