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VOL. 68 (3), LA BROMATOLOGÍA EN LA OBRA DE SERVET
cribiente y amanuense de Champier, lo defiende, como un apasionado
discípulo, apoyándose en múltiples citas bíblicas; de otra parte, aprove-
chándose de la inquina que se apoderó de muchos por el abandono del
catolicismo de Fuchs, lo critica muy duramente afirmando “no sólo que
había calumniado a casi todos los médicos, sino que también habían deni-
grado a la Santa Iglesia Católica”. Al tratar de la escamonea sostiene que
el bávaro está equivocado para lo que se apoya en los escritos de Dioscó-
rides, Hipócrates y Galeno; de paso contrapone la medicina greco-romana
a la árabe, olvidándose que ésta es más racional y completa y sobre todo
mejor conocedora de los purgantes de aquélla.
Posiblemente si hubiera dispuesto de la traducción italiana de Dioscó-
rides, que hizo en 1534 el conocido y respetado médico Pietro Mattioli
(Di Pedacio Dioscoride Anazarbeo libi cinque), se habría evitado en parte
esta polémica. En dicha traducción Mattioli indica que no está de acuerdo
con Fuchs en que Asclepias de Dioscórides corresponda a Cynanchum
vincetoxicum. Es curioso, por otra parte, que Galeno en su libro VI solo
dedique una línea a esta planta, de la que escribe “... de esta yerba trata
Dioscórides en el libro III pero todavía no tenemos experiencia sobre
ella”. Font Quer (1973), de quien hemos tomado la cita anterior, conclu-
ye: “A lo cual podemos añadir que seguimos igual dieciocho siglos des-
pués”. Pienso que quizá Fuchs, al tratar de la Asclepias de Dioscórides se
refería a Cynanchum acutum y no a C. vincetoxicum. La primera, que
corresponde a la escamonea de Motpellier, es purgante, propiedad de la
carece la segunda.
Servet también defendió las ideas de Champier sobre el “mal gálico”
(sífilis) que diferían bastante de las de Fuchs, aunque ambos coincidieran
en que era una enfermedad nueva que, según los teólogos de la época, se
debía a la cólera divina. De haberse aceptado las tesis de Pietro Mattioli
en su libro De morbi gallici curandi, dialogus (año 1530), habrían podido
evitarse las posturas antagónicas de Fuchs y Champier y en consecuencia
los duros ataques que Servet dedica al alemán. A pesar de esto y por pa-
radójico que parezca, el gran humanista aragonés negaría su paternidad de
la Apología contra Fuchs (más tarde volveremos sobre ello) .
La segunda obra de medicina que escribe Servet es el Syruporum uni-
versa ratio ad Galeni censuram diligenter expolita (Razón universal de
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