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VOL. 68 (3), LA BROMATOLOGÍA EN LA OBRA DE SERVET
La carne se consumía mucho entre los grandes señores y burguesía al-
ta, en cambio la clase baja solo lo hacía de tarde en tarde y a veces en
cantidades meramente testimoniales. Pensaban que ciertas “carnes indi-
gestas, originaban humores infernales”; entre ellas no figuraba la de cerdo
porque Galeno siempre la defendió; de todos modos Andrew Boorde se
atrevió a criticarla suavemente: “... mientras Galeno y otros doctores anti-
guos y prestigiosos recomiendan la carne de cerdo, yo no osaré decir nada
en contra pero estoy seguro de que nunca me gustó y en la Sagrada Escri-
tura no se recomienda”.
3. La tecnología de los alimentos en el siglo XVI
Como se deduce de lo expuesto hasta ahora, en el Medioevo y primera
mitad del siglo XVI se disponía de los mismos alimentos que en la época
romana sin que apenas hubiera avanzado su tecnología. Únicamente en
los monasterios se mantenían los conocimientos tecnológicos clásicos sin
innovaciones dignas de citarse. Disponían de huertos que cuidaban y cul-
tivaban con esmero, obteniendo buenos rendimientos de frutas y hortali-
zas. Contaban siempre con una pequeña parcela donde producían plantas
medicinales, tenían colmenas con cuya miel atendían a sus necesidades
edulcorantes diarias y también a la preparación de ciertos remedios tera-
péuticos, a base de yerbas silvestres y de las que cultivaban en el huerto,
así como a la elaboración de diversas jaleas de frutas y de ciertas especia-
lidades dulces de las que algunas han llegado a nuestros días. Había mo-
nasterios que tenían albercas en las que se practicaba una piscicultura
rudimentaria, pero suficiente para satisfacer las necesidades de pescado de
la comunidad.
El famoso médico británico, Andrew Boorde (1542), debió conocer
bien el funcionamiento de estos huertos, ya que fue durante bastantes
años cartujo, orden que por entonces se alimentaba casi exclusivamente
con una dieta vegetariana. Se desconoce si fue por esto o por las rígidas
normas de vida que imponía su orden por lo que la abandonó. Abandonó
también Inglaterra y estudió en diversas universidades europeas, peregri-
nando a Compostela. Estando en Montpellier escribió su Compendyous
Regyment, or a Dietary of Health (1542) que es uno de los primeros li-
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