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TOMÁS GIRBÉS JUAN ANAL. REAL ACAD. FARM.
Una solución vino con la utilización de RIPs monocatenarias,
por ejemplo del tipo de las saporinas y con la generación de cadena A de
ricina por ingeniería genética. Sin embargo las inmunotoxinas formadas
con RIPs de tipo 1 son inestables y a menudo resultan muy tóxicas, como
en el caso de las inmuntoxinas construidas con saporina.
Las patologías que pueden tratarse con inmunotoxinas son
todas aquellas basadas en la existencia de células enfermas que presenten
moléculas distintivas específicas en su superficie celular y que estén
ausentes o a menor concentración en la superficie celular de las células
sanas. En la bibliografía actual se describen tratamientos con
inmunotoxinas construidas con RIPs de tipo 1 como saporina contra la
enfermedad de Hodgking, momordina contra el mieloma múltiple y PAP
contra el SIDA. Sin embargo la RIP más utilizada ha sido y es la cadena
A de la ricina contra el SIDA, los cánceres de colon y de mama, en la
enfermedad de rechazo del injerto frente al huésped, en la leucemia
linfoblástica y en la vitreorretinopatria proliferante, por citar algunos
ejemplos notables (5).
En el caso del SIDA, las inmunotoxinas formadas con RIP de
tipo 1 y anticuerpos monoclonales anti-gp120 o anti-gp41 se añaden al
posible valor terapéutico que poseen las RIPs aisladas. Ello abre unas
perspectivas excelentes para la terapia experimental del SIDA habida
cuenta del fracaso que se ha empezado a apreciar en las terapias con
agentes antiretrovirales. Se sabe ya que la aparición de resistencia in vivo
contra uno de los inhibidores de la proteasa provoca resistencia cruzada a
otros fármacos inhibidores también de la proteasa. Además, datos
recientes indican que la supresión de la terapia permite la reaparición del
virus procedente de santuarios celulares que no bien conocidos en la
actualidad. En estos casos, quizás una terapia con inmunotoxinas dirigidas
a estas células podría eliminar definitivamente el reservorio y por tanto la
infección latente.
Las inmunotoxinas de segunda generación utilizan ricina
intacta. Se trata con este enfoque de eliminar por vía química la toxicidad
inespecífica de la ricina debida a la presencia de los sitios de unión a
receptores potenciales de traslocación, que como recordaremos son los
responsables del transporte anterógrado causante de la translocación en el
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