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VOL. 66, (3) 2000 RIPS E INMUNOTOXINAS CONTRA EL CÁNCER
prevenir la metástasis. Los experimentos in vivo con animales dirán si
estos conjugados e inmunotoxinas se comportan como se espera según los
resultados in vitro y por lo tanto si son útiles o no.
Hasta ahora he mostrado la cara amable de las RIPs y de las
inmunotoxinas y no quiero concluir esta exposición sin comentar algunos
de los problemas clínicos que plantea el uso in vivo de inmunotoxinas y
conjugados con RIPs.
Uno de los principales problemas en el tratamiento de tumores
sólidos con inmunotoxinas y otros agentes químicos es que dichos
agentes antitumorales entran con gran dificultad en el interior del tumor.
Las células tumorales no están en contacto directo con la sangre, los
agentes químicos tienen que penetrar en el interior del tumor. La presión
en el interior del tumor es mayor que en el exterior y por lo tanto los
fármacos solamente pueden entrar por difusión, para ello en muchos casos
se deben utilizar concentraciones elevadas que son a menudo tóxicas para
el paciente (32). Por ello teóricamente la terapia antiangiogénica parece
ser superior a la terapia directa contra las células cancerosas.
Otro grave problema es la neutralización inmunológica de las
inmunotoxinas. Las RIPs, como proteínas que son, desarrollan resistencia
inmunológica al ser inyectadas en el organismo, por lo que la eficacia de
una inmunotoxina viene dada no solo por su actividad específica sino
también por la aparición de anticuerpos neutralizantes en el organismo
receptor. En ensayos clínicos se ha puesto de manifiesto el problema de la
aparición efectiva de anticuerpos neutralizantes tanto frente a la parte
tóxica de la inmunotoxina como frente al anticuerpo monoclonal de ratón
(33). Esto ha sido contrarrestado parcialmente administrando
simultáneamente drogas citostáticas inmuno-depresoras (34). Una buena
solución es la de disponer de una gran variedad de RIPs
inmunológicamente distintas y que puedan conjugarse a distintos
anticuerpos dirigidos frente al mismo blanco para aumentar así el arsenal
de inmunotoxinas. Para reducir la respuesta contra el anticuerpo de ratón,
la solución es humanizar el anticuerpo monoclonal de ratón por
ingeniería genética.
Por último un serio problema que se ha observado en la
terapia con inmunotoxinas es el denominado síndrome de pérdida o
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