Page 35 - DICHOS, REFRANES Y GENÉTICA
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Cuando se planteó la posibilidad de aplicar las mismas técnicas de clonación en la
especie humana alguien preguntaba: ¿y las almas también serían clónicas? Por eso dice el
refrán cuando el comportamiento de dos personas es muy parecido que “son dos almas
gemelas”, sin tener en cuenta la importancia del ambiente en el desarrollo de la psique de
las personas. Sin embargo, aunque los individuos clónicos, somáticamente hablando,
podrían ser “como dos gotas de agua”, sus personalidades serían diferentes. En cualquier
caso, no deberíamos olvidar el dicho de que “segundas partes, nunca fueron buenas”.

       En la problemática de la clonación humana reproductiva hay muchos que la
defienden argumentando que los individuos clónicos no son genéticamente iguales en
términos estrictos y, por tanto, no afecta a su dignidad. En cualquier caso, aunque como
decía Heráclito “uno no puede bañarse dos veces en el mismo río”, habría que aceptar la
máxima kantiana de que “no es lo mismo, pero es el mismo”, aunque, ciertamente, se
puede decir que con cada ser humano “se rompió el molde”.

       La clonación reproductiva humana, si llega a realizarse, debería considerarse como
una técnica más de la Reproducción Humana Asistida. Decía San Agustín que la
transmisión de la vida se realiza “de lucerna a lucerna”, por ello podríamos preguntarnos
si la clonación reproductiva no rompe esa transmisión. Ante la posibilidad de la clonación
humana adquiriría un nuevo significado el dicho de aquél que se da muchas ínfulas porque
se cree que “desciende de la pata del Cid” o el pasaje bíblico del Genésis “de la costilla
que Yahvéh había tomado del hombre formó una mujer” (Gn 2, 22).

       En este contexto de la Reproducción Asistida en general y de la Clonación en
particular pueden recogerse las palabras de Gustavo Adolfo Bequer en una de sus
“Rimas”: “Mientras la Ciencia, a descubrir no alcance las fuentes de la vida,... habrá
poesía”.

       Está claro también que para Bequer la poesía murió ya en 1944 cuando Avery,
MacLeod y Mc Carty demostraron que los genes son ADN y se inició de manera
imparable el desarrollo de la Genética Molecular que ha llevado a un reduccionismo
radical que se ha plasmado en la etapa que actualmente vivimos desde 1995 en la Genética
denominada Genómica, definida como la “disección molecular del genoma de los
organismos” y cuya máxima expresión es el Proyecto Genoma Humano. El desarrollo
del mismo ha llevado a la posibilidad de intentar patentar genes humanos, dando lugar a

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