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A brief updated report on the battle against malaria
infección sanguínea; y las vacunas del estadio sexual del cerca de un 10% de la inmunoglobulina plasmática. Su
parásito tratan de prevenir el desarrollo de formas sexuales interacción con moléculas efectoras, como lo receptores Fc
una vez ingeridas por el mosquito, rompiendo así el ciclo (glicoproteínas de membrana también llamadas Cluster of
biológico del parásito. La virulencia de P. falciparum se Differentiation 64, CD64), interviene al menos en parte en
atribuye al vasto repertorio de mecanismos que éste posee la inmunidad innata. Se sabe que a través de esta
para evadir la respuesta inmune del hospedador. Puede interacción, en las cepas de P. falciparum que poseen
variar las características de sus antígenos expresando especial virulencia por tener un fenotipo de adhesión, la
secuencias de genes var y expresando moléculas de inmunoglobulina M puede aglutinar y neutralizar
adhesión, siendo también importante su rápido patógenos muy eficazmente, activando la cascada del
desplazamiento de unas células a otras. Los esporozoítos complemento que conduce a la lisis de un eritrocito (3).
no permanecen en la sangre el tiempo suficiente para ser
marcados por anticuerpos antes de entrar en el hígado, y Durante el desarrollo asexual de P. falciparum, los
cuando las células T podrían eliminarlos de este órgano, ya eritrocitos infectados adquieren la habilidad de adherirse al
se han transformado en merozoítos y emigrado a los endotelio vascular gracias a que el parásito exporta a la
eritrocitos, que modifican su membrana insertando superficie de aquéllos algunas proteínas receptoras que, al
proteínas procedentes del parásito. Por su parte, los interaccionar con determinados ligandos, facilitan su unión
gametocitos permanecen dentro de los eritrocitos humanos a otros eritrocitos del torrente sanguíneo. Para evadir la
hasta que detectan un descenso de temperatura que indica respuesta inmunológica por la intervención de IgM y
que están a salvo en el intestino del mosquito, entonces optimizar su adherencia al endotelio vascular, el plasmodio
emergen y se reproducen para infectar de nuevo a los sintetiza proteínas anti-IgM, entre las que se encuentran las
humanos. proteínas polimórficas EMP1 (PfEMP1), que también
pueden reducir la respuesta inmunitaria adhiriéndose a
Las infecciones crónicas de malaria se caracterizan por células dendríticas (4). Estas proteínas son antígenos de
la activación de múltiples clones de células B adherencia que se expresan en la superficie de los
especialmente implicadas en la memoria inmunitaria (2), eritrocitos infectados y se enlazan a proteínas de adhesión,
hiperglobulinemia, y títulos elevados de anticuerpos. La como CR1, ICAM-1, CSA y CD36, de diferentes células
inmunoglobulina M (IgM), uno de estos anticuerpos, se endoteliales (Figura 2) (5).
expresa en todas las especies de vertebrados y constituye
(a) Eritrocito (b) Eritrocito (c) Eritrocito (d) Eritrocito
infectado infectado infectado infectado
PfEMP1 PfEMP1 PfEMP1 CSA PfEMP1
ICAM-1 CD36
CR1
Eritrocito Endotelio Endotelio Endotelio
sano microvascular microvascular microvascular
cerebral placentario tisular
- Malaria cerebral - Bajo peso al nacer Malaria leve
- Acidosis metabólica - Nacimientos prematuros
- Alta mortalidad - Muerte fetal
Figura 2. Enlaces de PfEMP1 a moléculas de adhesión en diferentes células endoteliales.
Un mayor conocimiento de estos procesos podría ser para el sistema inmune (8). Esta vacuna se ensayó
de utilidad para el desarrollo de nuevas vacunas (6). El extensamente en áreas endémicas durante los años 90, pero
papel de las proteínas PfEMP1 en la patogénesis de la demostró una eficacia insuficiente. Lo mismo ha ocurrido
malaria y en las respuestas inmunes específicas, así como con otras dirigidas a la fase en que el parásito se multiplica
las posibles estrategias de vacunación basadas en ellas, se en la sangre tras la picadura del mosquito transmisor. Entre
ha revisado recientemente (7). éstas, la denominada RTS,S/AS01 (Mosquirix) ha sido la
más prometedora desde los primeros resultados publicados
Entre las vacunas estudiadas clínicamente, la en 2004 (9), y la primera que ha concluído recientemente
los ensayos clínicos de Fase III. Su historia puede
denominada SPf66 fue la primera vacuna antimalárica remontarse a principios de los años 1970, cuando se
demostró que los esporozoítos irradiados de P. falciparum
sintética. Fue desarrollada por un grupo encabezado por el
Dr. Patarroyo sobre la base de sintetizar péptidos
inmunogénicos ya que las secuencias conservadas de las
proteínas de superficie del esporozoíto no son “visibles”
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