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J.
Gallardo
Los
tratamientos
disponibles
para
el
tratamiento
de
la
EPOC
Desde
los
años
70
se
han
utilizado
los
fármacos
antagonistas
inhalados
de
corta
duración
para
el
tratamiento
sintomático
en
pacientes
con
EPOC
como
primera
línea
de
tratamiento
y
se
conoce
que
son
broncodilatores
seguros
y
eficaces.
Una
limitación
de
estos
agentes
es
la
necesidad
de
una
dosificación
frecuente
(que
en
algunos
casos
llega
hasta
a
6
veces
al
día).
En
la
actualidad
existen
cuatro
broncodilatadores
de
larga
duración
que
están
disponibles
para
los
pacientes
con
EPOC;
un
antagonista
muscarínico
de
acción
prolongada
(tiotropio),
y
tres
ß2--agonistas
de
larga
duración
(formoterol,
salmeterol
e
indacaterol).
La
EPOC
es,
por
tanto,
no
sólo
una
enfermedad
con
una
alta
prevalencia
y
con
morbilidad
y
mortalidad
significativas,
sino
también
con
limitadas
opciones
de
tratamiento.
Es
bien
conocido
que
el
tratamiento
con
antagonistas
muscarínicos
puede
ocasionar
efectos
secundarios
que
dependen
del
nivel
de
exposición
sistémica,
y
que
el
tratamiento
con
agonistas
del
receptor
ß2
puede
inducir
efectos
cardiovasculares
indeseables.
Parece
evidente
por
tanto
que
el
manejo
de
la
EPOC
puede
ser
mejorado
a
través
del
desarrollo
de
nuevas
moléculas
que
proporcionen
beneficios
terapéuticos
adicionales
y
que
reduzcan
al
mínimo
los
efectos
secundarios
no
deseados
y
los
riesgos
del
tratamiento,
especialmente
en
pacientes
de
edad
avanzada
que
padecen
otras
patologías
y
que
se
encuentran
sometidos
a
polimedicación.
PROCESO
DE
INVESTIGACIÓN
DEL
PROGRAMA
ANTIMUSCARÍNICO
.DE
LA
IDEA
A
LA
INNOVACIÓN
En
este
contexto,
en
el
año
1996,
tras
un
minucioso
análisis
de
las
necesidades
de
los
pacientes
de
EPOC,
Almirall
inició
un
programa
de
investigación
basado
en
la
búsqueda
de
un
antagonista
muscarínico
específico
de
larga
duración
,
que
cumpliera
una
serie
de
premisas
identificadas
como
necesidades
médicas
no
cubiertas.
Las
tres
premisas
básicas
fueron
1. Mejorar
el
control
de
los
síntomas
de
la
enfermedad
desde
el
primer
día
de
tratamiento,
y
asegurando
un
control
de
los
síntomas
a
lo
largo
de
24
horas.
2. Fármaco
con
bajos
y
transitorios
niveles
plasmáticos
así
como
con
un
metabolismo
‘limpio’
que
evite
interacciones
medicamentosas,
para
poder
emplearlo
en
pacientes
polimedicados.
3. Desarrollar
un
dispositivo
de
inhalación
para
mayor
comodidad
de
los
pacientes
y
mejorar
el
cumplimiento
en
la
toma
de
la
medicación.
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