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Boticas
y
boticarios
en
el
Madrid
de
1812
demas
hijos
de
Boticarios
Colegiales
de
esta
Corte
sin
diferencia
alguna
vajo
la
calidad
de
qe
tambien
se
haga
presente
en
Junta
general”
(35).
Antes
de
que
se
reuniera
la
Junta
general
que
habría
de
aprobar
estas
decisiones,
hubo
de
hacerlo,
de
nuevo,
la
junta
particular,
el
20
de
enero
de
1812,
para
dar
trámite
a
un
oficio
del,
entonces
recién
creado,
Supremo
Consejo
de
Sanidad
(36)
remitido
un
par
de
días
atrás
por
su
secretario,
Juan
de
Dios
Torres:
“Deseoso
el
Consejo
Supremo
de
Sanidad
en
desempeño
de
su
instituto
de
promover
en
general
los
progresos
de
la
Pharmacia,
y
en
particular
los
de
ese
Rl.
Colegio
de
Profesores
Boticarios
de
Madrid,
cuya
cooperacion
tanto
puede
influir
en
unos
y
otros;
ha
acordado
oir
personalmente
por
medio
de
una
Diputacion
del
Colegio
el
dia
treinta
de
este
mes
a
las
diez
en
punto
de
la
mañana,
sre
el
objeto
indicado,
y
señaladamente
sobre
los
abusos
qe
se
experimentan
de
parte
de
los
Drogueros
con
imponderable
perjuicio
de
los
Boticarios
y
de
la
Salud
Publica;
y
acerca
de
los
medios
de
continuar
las
elaboraciones
comercio
e
intereses
del
cuerpo
y
la
mas
conveniente
instrucción
de
sus
practicante
(…)
En
Madrid
18
de
Enero
de
1812”
(37).
El
oficio,
aparte
del
reconocimiento
explícito
del
carácter
centralista
con
que
sigue
juzgándose
a
la
organización
profesional,
nos
añadirá
un
nuevo
dato
de
interés:
la
Junta
acuerda
que,
para
la
convocatoria,
“se
repartiesen
las
esquelas
correspondientes
a
todos
los
Colegiales
a
los
qe
no
lo
son
y
a
los
Regentes…”
(38);
en
definitiva,
la
organización
colegial
actúa
como
representante
de
los
boticarios
en
la
interlocución
con
las
estructuras
sanitarias,
pero
no
todos
los
ejercientes
pertenecen
al
Colegio.
De
lo
acontecido
en
la
visita
de
la
comisión
del
Supremo
Consejo
de
Sanidad
también
disponemos
de
datos:
a
las
10
de
la
mañana
del
30
de
enero
de
éste
1812,
se
presentó
en
el
domicilio
del
Real
Colegio,
en
la
calle
Atocha,
el
grueso
del
Consejo
de
Sanidad:
Juan
Bautista
Soldevilla,
médico
de
Cámara;
Leonardo
Galli,
segundo
cirujano
de
Cámara;
Castor
Ruiz
del
Cerro,
Francisco
Trifón
Fernández
y
Vicente
Sánchez,
boticarios
de
Cámara;
y
Juan
de
Dios
Tormes,
secretario
del
Consejo;
salió
a
recibirlos
la
Junta
particular
“con
las
ceremonias
de
costumbre
en
semejantes
actos
y
habiendo
entrado
en
la
Sala
de
Juntas
del
Consejo
tomo
los
asientos
de
preheminencia
y
despues
ocuparon
los
suyos
los
Sres.
Colegiales
y
demas
citados…”.
El
objeto
de
tan
protocolaria
visita
es
conocer
la
opinión
de
los
boticarios
madrileños,
sobre
los
cinco
grandes
problemas
por
los
que
atraviesa
la
profesión
en
estos
años:
“1º
Medios
pª
qe
los
Drogueros
no
vendan
generos
medicinales
por
menor,
y
de
ningun
modo
los
compuestos.
2º
Para
que
se
fomente
el
almacen
de
generos
en
el
Colegio
donde
puedan
proveerse
los
profesores
de
Madrid
y
los
de
fuera.
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