Page 30 - 76_04
P. 30

FRANCISCO DÍAZ-FIERROS VIQUEIRA  AN. R. ACAD. NAC. FARM.

lulas de Traube. Se podría pensar, continúa, haciendo un poco de fan-
tasía sobre éste término…que en células semejantes de naturaleza inor-
gánica se han desarrollado estos procesos que han dado nacimiento a
las materias orgánicas y a la vida.

    Finalmente, considera que siendo el problema propuesto por Ca-
rracido “muy interesante” está en desacuerdo con las conclusiones a
las que llega, inclinándose más por aceptar propuestas como las de
Arrhenius según las cuales las moléculas orgánicas habrían existido
siempre en el universo y de alli habrían alcanzado la tierra en un de-
terminado momento previo a la formación de los seres vivos.

4. DISCUSIÓN

    El evolucionismo de Carracido es más espenceriano que darwinis-
ta, en el sentido de que se preocupa más de la evolución global del uni-
verso que de la particular de los seres vivos y, en este contexto, habría
que situar sus trabajos sobre la evolución química y, sobre todo, los re-
lativos al origen de la materia viva. Esta afiliación a la filosofía de Spen-
cer, todavía muy acreditada en los medios científicos españoles de su
tiempo (1) la reconoce ya el propio Carracido en sus Confesiones (1927)
(15). En ellas, recuerda que fue en sus tiempos de estudiante compos-
telano cuando en 1874 conoció el pensamiento de Spencer a través de
un discurso de Cánovas del Castillo, que lo impresionó tan intensamen-
te que, sin preocuparme la versatilidad, me reconocí su adepto. Poco des-
pués adquiriría el Sistema de Filosofía Sintética de Spencer en el que
estaba integrado sus Primeros Principios, obra que tan profundamente
influiría después sobre sus trabajos de evolución química. Esta adscrip-
ción filosófica, en mayor o menor media, no la abandonaría nunca en
su vida y así lo reflejaba Valentí Camp en una biografía que había re-
alizado de Spencer en 1922 (16): En España la doctrina spencerina es
relativamednte conocida… y algunos de nuestros hombres de ciencia,
como el ilustre Carracido y el venerable José Zulueta, entre otros, han pro-
pagado con verdadero entusiasmo el positivismo lógico.

    De sus trabajos relativos al evolucionismo, son los relacionados
con el origen de la materia viva los que hoy merecen un mayor reco-
nocimiento. Pues en ellos además de un planteamiento especulativo
(casi inevitable en aquella época por las características de esta temá-

486
   25   26   27   28   29   30   31   32   33   34   35