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VOL. 76 (4), 479-491, 2010 EL EVOLUCIONISMO DE RODRÍGUEZ CARRACIDO…
Química según el concepto mecánico (1877) (10) donde se anticipan
algunas ideas que aquí serían desarrolladas con mucha mayor ampli-
tud. El objetivo fundamental de este nuevo libro sería la de aplicar
las teorías evolucionistas de Spencer y Haeckel a los procesos quími-
cos. Comienza con una llamada a la unidad en el conocimiento de la
naturaleza, que concibe como un gran organismo donde todo se
integra y, en consecuencia, critica la prolijidad de la obra analítica
realizada en el siglo anterior que hizo añicos la posibilidad de alcan-
zar con su estudio una concepción unitaria. De lo que se deduce que
la unidad del Cosmos debe reflejarse en el terreno intelectual, integran-
do el particularismo de las supuestas ciencias en una sola ciencia. Con-
sidera que el darwinismo fue el concepto unificador que realizó la
gran síntesis en la biología y que algo similar podría hacerse en la
química. Para lo cual establece un paralelismo entre los métodos de
estudio de la química con los de la biología teniendo en cuenta que
los últimos, ordenados desde un punto de vista evolutivo, seguirían la
siguiente secuencia: Histología-Anatomía-Fisiología-Biología. En
cuanto a la química esta secuencia se transformaría en esta otra: His-
tología química (unidades materiales de los procesos químicos)-Ana-
tomía química (asociación de las masas moleculares)-Fisiología quí-
mica (fuerzas de los procesos químicos)-Biología química (el proceso
químico).
Con este esquema comienza Carracido a desenvolver los diferen-
tes capítulos de su libro que concluyen, al final, con el planteamien-
to de las tesis más claramente evolucionistas. Una de ellas es la de la
aplicación a la química de la ley biogenética fundamental de Haeckel
de que “la ontogenia se recapitula en la filogenia”. Según esta inter-
pretación serían las transformaciones químicas producto de un verda-
dero proceso evolutivo subordinado a los mismos procesos fundamen-
tales que rigen la evolución total de la naturaleza. Es decir, que las
reacciones químicas actuales (la “ontogenia química”) servirían de ex-
plicación de las transformaciones de la materia que tuvieran lugar en
el pasado, sobre todo, las correspondientes a la cosmogénesis (la “fi-
logenia química”).
En el capítulo donde desarrolla el concepto de ontogenia química
introduce dos ideas fundamentales: que las reacciones químicas repre-
sentan una especie de adaptación de unos principios que se conside-
raban inmutables —las afinidades químicas— a un medio cambiante
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