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VOL. 73 (4), 1047-1078, 2007 DESARROLLO DE VACUNAS CONTRA EL VIH/SIDA
sin alternativas en el caso de que esta estrategia no de los
resultados esperados.
• Dar prioridad a los mejores candidatos: No existe un con-
senso global sobre cómo deben evaluarse y cómo dar priori-
dad a las vacunas candidatas para moverlas a las fases de in-
vestigación clínica. Además, la posible comparación entre los
datos de investigación de distintos candidatos vacunales es li-
mitada.
• Implicación de los países en desarrollo en ensayos de efi-
cacia: A día de hoy la capacidad de infraestructuras existentes
en los países en desarrollo más castigados por la pandemia
permitiría la conducción de un ensayo de eficacia a gran escala
o como mucho de dos, a pesar de que la urgencia de la crisis
del SIDA requeriría el desarrollo y testado clínico simultáneo
de múltiples vacunas candidatas.
• Financiación del esfuerzo necesario: En general, la financia-
ción del esfuerzo global en I+D de vacunas contra el SIDA
sigue siendo seriamente insuficiente, y ello a pesar de las contri-
buciones de varios gobiernos europeos y norteamericanos, de
la Fundación Bill & Melinda Gates o del Banco Mundial, entre
otros. La inversión actual resulta simplemente insuficiente para
sufragar un esfuerzo acelerado en I+D de vacunas del SIDA.
• Aumento de la colaboración: el campo de las vacunas del
SIDA dista de estar configurado de forma óptima para facilitar
el desarrollo rápido de una vacuna contra el SIDA. Para mejo-
rar en eficacia y rapidez es necesario que los grupos de inves-
tigación compartan más información, que se puedan realizar
comparaciones directas entre vacunas candidatas y que los
investigadores de más talento trabajen juntos para abordar los
retos científicos fundamentales.
Recientemente, hemos sido testigos de un progreso sustancial a
la hora de desarrollar respuestas adecuadas a varios de estos retos.
Durante la cumbre del Grupo de los 8 (G-8) en 2005, los estados
miembros se comprometieron a incrementar su apoyo a las vacunas
del SIDA y suscribieron el concepto de una Global AIDS Vaccine
Enterprise, o «Iniciativa Global para las Vacunas del SIDA». En
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