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VOL. 72 (2), 343-360, 2006 APROXIMACIÓN AL LENGUAJE DE LA FARMACIA
lengua extranjera deja su huella o impronta en la estructura sintác-
tica o semántica del neologismo (2).
El vocabulario de la farmacia, como el de la mayoría de las cien-
cias, está lleno de anglicismos tales como spray, marketing, screen-
ing, randomizar, etc. El DRAE dice que «anfetamina» es un angli-
cismo procedente de amphetamine, palabra que se ha creado por
acronimia, como muchas de las que constituyen el vocabulario cien-
tífico internacional; en este caso el acrónimo se ha formado con la
a de alpha, la m de methyl, la ph de phene, la t de thyl y la a de amine.
Un anglicismo de origen anglosajón, muy bien adaptado al español,
es «blister», que ha dado el verbo «emblistar» y el participio «emblis-
tado», términos que usan con frecuencia los profesionales de la far-
macia. Otro muy popular es «estrés», que igualmente se ha adaptado
a nuestro sistema con el verbo «estresar» y el adjetivo «estresante».
Como se ve, la mayoría de los anglicismos del lenguaje de la farma-
cia son de origen anglosajón. Sin embargo, también los hay de raíz
latina; uno muy conocido es «monitor», que se ha acomodado tan
bien a nuestra lengua que ha creado el verbo «monitorizar».
Es verdad que se suele abusar de los anglicismos, pero también
es cierto que resultan atractivos por tres motivos: primero, la breve-
dad de las palabras de origen anglosajón; segundo, la precisión, ya
que una vez acuñados, su significado queda fijado de forma perma-
nente; y tercero, la nivelación lingüística, que hace que se conviertan
en términos aceptados en casi todas las lenguas de cultura. Con esta
nivelación se llega a la ansiada, aunque en otros sentidos inalcanza-
ble biunivocidad traductológica, esto es, la correspondencia inequí-
voca entre el término de la lengua de llegada y el de la de partida.
En el léxico común la decisión no es fácil, dado que el uso del an-
glicismo, y de cualquier barbarismo, siempre ha sido un asunto po-
lémico. Sobre esta cuestión decía el académico doctor Lorenzo (2):
«a veces no se sabe si están más claros anglicismos crudos como
overlapping o su traducción al español por traslapo». Habría sido
más sencillo decir «solapamiento», pero el DRAE, al parecer, reserva
esta palabra para denominar en veterinaria «la cavidad de algunas
llagas que presentan un orificio pequeño»; y el adjetivo «solapado»
equivale en inglés a surreptitious, secret, underhand o sly. En cambio,
en los lenguajes especializados como el de la farmacia, los anglicis-
mos y su biunivocidad gozan de una aceptable buena salud. Como
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