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ÁNGEL DEL VALLE NIETO ANAL. REAL ACAD. NAC. FARM.
presar la agresión de los agentes atmosféricos sobre el rostro femenino.
Qué decir, sin decir, de la deshidratación, descamación, manchas cutáneas,
ruptura del equilibrio hídrico, etc., etc., contra los que sostiene brava y
notable batalla nuestra Dermofarmacia!
Y allá se fue Sancho, portador de la carta, y allí quedó Don Quijote,
sufridor de su pena y de sus enamoradas penitencias, ajeno, entre suspiros
y versos, a lo que le aconteció a Sancho que no fue otra cosa que llegar a
encontrarse con el Cura y el Barbero de su mismo lugar, que habían salido
de él con la intención de hallar a Don Quijote. Los tres alcanzaron a escu-
char el final de la interrumpida historia de Cardenio, entre cuyas últimas
frases se lee: y no os canséis en perdonarme o aconsejarme lo que la ra-
zón os dijere que puede ser bueno para mi remedio, porque ha de aprove-
char conmigo lo que aprovecha la medicina recetada de famoso médico
al enfermo que recebir no la quiere (P. I: Cap. XXVII) y en la que se
vuelve a poner de manifiesto el valor psicológico añadido al propio valor
terapéutico de toda medicación.
Agradable aventura les sucede al Cura y al Barbero en la misma Sie-
rra y gracioso fue el artificio y orden que se tuvo en sacar a nuestro ena-
morado caballero de la asperísima penitencia en que se había puesto, así
como la discreción de la hermosa Dorotea y sabrosos razonamientos entre
Don Quijote y su escudero que nos llevan, guiados siempre por Cidi
Hamete Boticaril, a una breve y repetida alusión a la farmacia hospitala-
ria: que hasta ahora he estado curándome en un hospital del mal que el
mal villano entonces me hizo (P. I: Cap. XXXI), que aparece en boca de
Andrés, el muchacho azotado en la primera aventura, con la que manifies-
ta la paliza y los azotes que le dio su amo al verse lejos de Don Quijote y
que obligaron a ingresarle y recibir la atención médica y farmacéutica
que en todo hospital se dispensa.
Tras lo sucedido en la Venta a la cuadrilla encabezada por nuestro
caballero, encontraremos nuevas referencias boticarias en la novela de El
curioso impertinente, en otros sucesos que se relatarán e, incluso, en boca
de la princesa Micomicona, de todo lo cual se dará cumplida explicación
en el capítulo siguiente.
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