Page 115 - 68_04
P. 115

VOL. 68 (4),  BOTICA Y FARMACIA EN EL QUIJOTE

      Nació en Segovia y es un nombre científico señero del Renacimiento
Español y europeo: anatómico, botánico, filósofo, farmacólogo, gran mé-
dico, políglota. (11)

      Y así, sin comer, se encaminaron a dónde, según Sancho, se pudieran
alojar esta noche sin mantos, ni manteadores, ni fantasmas, ni moros en-
cantados.

      En esta y otras pláticas les llegaron las primeras sombras, el escude-
ro hambriento y el amo con ganas de comer (P. I: Cap. XIX), cuando vie-
ron venir hacia ellos una gran multitud de hombres a cuya vista Sancho
comenzó a temblar como un azogado (P. I: Cap. XIX); es decir, como una
persona que se azoga, que se ha intoxicado por haber absorbido vapores de
azogue (mercurio) y cuyo principal síntoma es un temblor continuado(12);
es el actual hidrargirismo.

      (¿Acaso es indiferente el boticario a la Toxicología?: ¡Qué agudeza
y perspicaz observación la de nuestro Cidi Hamete Boticaril al relacionar
con las ciencias boticarias la temblorosa metáfora cervantina!).

      Resuelta y terminada la aventura de las antorchas con un gran reme-
dio a las necesidades alimenticias de nuestros héroes y, siguiendo el hilo
del nuevo relato de Sancho sobre pastores, cabrerizos y pastoras, nos sor-
prende cómo la enamorada Torralba llevaba un no sé qué botecillo de
mudas (*) para la cara. (P. I: Cap. XX).

      (¡Oh, cielos! El “Covarrubias” nos las define como <<ciertas untu-
ras (*) que las mujeres se ponen en la cara para quitar della las man-
chas>>. Y, preguntamos: ¿cuántas cremas hay en nuestras farmacias pre-
paradas para tal fin? ¿Qué conocimientos tan exquisitos y completos lle-
van a Cervantes a tocar por segunda vez temas dermofarmacéuticos?).

      Por otra parte, el mismo autor en su impagable Tesoro, nos ilustra
sobre el origen de nuestro antiguo oficio de boticario cuando dice que bote
<<es vaso de barro vidriado, redondo, alto e igual que dio nombre a los
boticarios, porque en los botes conservan los ungüentos, los olores, los
electuarios y conservas y drogas o especies, que por esto el toscano los
llama especiaros, como los latinos venenarios>>. Y a renglón seguido,

              39
   110   111   112   113   114   115   116   117   118   119   120