Page 104 - 68_04
P. 104
ÁNGEL DEL VALLE NIETO ANAL. REAL ACAD. NAC. FARM.
En efecto, a los requerimientos de Don Quijote uno de los merca-
deres contestó irónicamente que aunque su retrato nos muestre que es
tuerta de un ojo y que del otro mana bermellón (*) y piedra azufre ... (P.
I: Cap. IIII).
No cayó en vacío el hiriente sarcasmo y la respuesta fue fulminante:
-¡No le mana, canalla infame, eso que decís, sino ámbar (*) y alga-
lia (*) entre algodones! (3), frase digna del enamorado paladín que era
Don Quijote conocedor, como se ve, de los preparados que pudieran con-
tribuir a la perfección total de la casi perfecta belleza de su dama.
Pero, al cargar el toledano, se cayó, lamentablemente, Rocinante y su
amo, queriéndose levantar, no pudo y jamás lo hubiera conseguido si no
acertara a pasar por allí un labrador vecino suyo que, subiéndole a su ju-
mento, le llevó a su aldea.
Bien recibido del Cura, del Ama y de su sobrina, le curaron y cataron
las feridas con los remedios de su casera botica. Lleváronle a la cama don-
de pidió le dieran de comer y le dejasen dormir, que eso era lo que más
importaba pues todas sus dolencias deberían corregirse con una sana co-
mida y un prolongado reposo, recomendaciones estas, entre paréntesis,
que han llegado hasta nuestros días como imprescindibles para combatir el
estrés y el decaimiento de los caballeros andantes, digo currantes...
Su sueño fue tan plácido, largo y profundo que permitió al Cura y al
Barbero el escrutinio de los Libros de Caballería y su condenación a la
hoguera en lo que se mostraron maestras el Ama y la Sobrina, tomando de
dichos Libros cumplida venganza por el mal que habían hecho a su amo y
tío respectivo.
En medio de todas las palabras, juicios y diatribas de tal escrutinio,
advirtamos, observadores boticarios, la correcta alusión terapéutica a la
acción purgante del ruibarbo (*) (4) señalada por el Cura, aunque la
exageración dialéctica del momento le lleve a querer que purgue la dema-
siada cólera de Don Belianís, (P. I: Cap. VI), ya que por aquel entonces,
la raíz, el rizoma para ser exactos, del ruibarbo se empleaba para purgar
los humores colérico y flemático (5).
28