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VOL. 66, (1) 2000  LA PARED CELULAR DE AGARICUS BISPORUS

densa a los electrones correspondiente al complejo fibrilar cementado de
quitina-glucano, una capa media menos densa a los electrones, constituida

por a(1-3)-glucano y componentes cementantes que conforman una
estructura de fibras gruesas características y una capa externa difusa y
lábil de material mucilaginoso (Hunsley y Burnett, 1970; García Mendoza
et al., 1987b; Mol et al. 1990).

        La solubilización química secuencial de los distintos componentes
sacarídicos de la pared celular, paralela a su observación en el
microscopio electrónico mediante la técnica de sombreado en superficie,
confirma una vez más la ubicación de los distintos componentes
sacarídicos dentro de la pared celular de A. bisporus.

        Esta disposición ultraestructural se mantiene también en las tres
entidades bien diferenciadas del micelio agregado del carpóforo –estípite
o pie, píleo o sombrerillo y lamelas o laminillas- presentando cada una de
ellas, a su vez, características químicas específicas, particularmente las
últimas, con una mayor proporción de polifenoles precursores de
melanina, dentro de la fracción lipídica, junto con un mucílago con
carácter propio (Bernardo et al., 1999).

        Por su parte las esporas formadas en los basidios presentan sobre
la pared celular descrita, una cubierta adicional melaninizada en su
superficie externa con objeto de preservarlas frente a las condiciones
ambientales adversas (García Mendoza et al., 1979).

        Habiendo podido constatar la importancia de las diferencias
químicas estructurales de los polisacáridos de la pared celular entre
diferentes variedades de la misma especie, se consideró necesario
comprobar los citados resultados a nivel de biología molecular, para lo
cual se estableció una colaboración con el Laboratorio de Genética
Molecular y Mejora Genética de Hongos Cultivadas (INRA-Universidad
de Burdeos, Francia).Estudios paralelos realizados sobre la estructura
química de la pared celular de los micelios vegetativos de diferentes cepas
comerciales de A. bisporus, por un lado, y de sus respectivos ADNs, por
otro, han suministrado resultados totalmente concordantes (Calonje et al.,
1995a), habiéndose llegado a concluir que tanto la estructura química de
determinados componentes polisacarídicos de la pared celular como los
polimorfismos en longitud de los fragmentos de restricción del ADN
mitocondrial pueden ser utilizados como marcadores bioquímicos y

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