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VOL. 66, (1) 2000 LA PARED CELULAR DE AGARICUS BISPORUS
residuos polisacarídicos de la pared celular del micoparásito. Estudios
preliminares sobre la estructura polisacarídica de la pared celular de V.
fungicola apuntan a la presencia de un glucogalactomanano que se une
específicamente a cierta fracción glicoproteica de la pared celular de A.
bisporus, como ha sido demostrado en nuestro laboratorio por estudios de
aglutinación e inmunofluorescencia indirecta.
En el caso del micelio vegetativo de A. bisporus donde la
enfermedad no se produce, aunque si existe el reconocimiento inicial
entre el hospedador y el parásito, la degradación enzimática subsiguiente
a dicho reconocimiento no tiene lugar, y por ello la infección no se
manifiesta. Estudios posteriores sobre la caracterización de la(s)
proteína(s) receptora(s) nos llevarán a dilucidar el mecanismo molecular
de la enfermedad mole seca del champiñón, para en un futuro próximo
tratar de controlar o erradicar tan costosa plaga.
De los estudios previamente expuestos podemos destacar varias
aplicaciones inmediatas:
- Ciertos polisacáridos de las paredes celulares pueden ser
específicos de una determinada cepa, y concretándonos a A.
bisporus, de una variedad de explotación industrial, y utilizarse
como marcadores bioquímicos quimiotaxonómicos que se
expresen detalladamente en cartas de identidad características de
cada cepa para asegurar una posterior protección legal, inexistente
en la actualidad.
- La digestión enzimática controlada de los polisacáridos de la
pared celular de A. bisporus da lugar a la consiguiente liberación
de protoplastos, células desprovistas de pared celular que se
mantienen viables debido a la isotonicidad del medio donde se
originan. Gracias a la formación de protoplastos se pueden obtener
micelios primarios susceptibles de anastomosis (hibridación de
cruce), con la consiguiente obtención de micelios secundarios.
Igualmente la fusión controlada de protoplastos (hibridación
somática) conlleva a la formación de híbridos. Finalmente la
obtención de protoplastos es imprescindible para la
transformación genética. En todos los casos es igualmente
imprescindible la posterior reversión de los citados protoplastos
hasta la formación de las correspondientes hifas. Cualquiera de los
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