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                                    la liberaci%u00f3n comercial, las reformas neoliberales yla b%u00fasqueda de nuevas modalidades de inserci%u00f3ninternacional por parte de los pa%u00edses latinoamericanosal calor de la globalizaci%u00f3n. Este modelo involucr%u00f3 aprocesos novedosos como fue el caso del MercadoCom%u00fan del Sur (MERCOSUR), y a procesos que durantea%u00f1os experimentaron una revitalizaci%u00f3n, en funci%u00f3n desu redefinici%u00f3n en clave del regionalismo abierto, comofue el caso de CAN y el SICA (48). La iniciativa deintegraci%u00f3n neoliberal ten%u00eda como prop%u00f3sito promoverel libre comercio, romper con las barreras nacionalesestatales, liberalizar los flujos de capitales y demercanc%u00edas avanzando hacia un nuevo orden detransnacionalizaci%u00f3n y desnacionalizaci%u00f3n. En esteambiente de entendimientos neoliberales, el gobiernode los EE.UU., llev%u00f3 a cabo la iniciativa de crear un %u00e1reade Libre Comercio de las Am%u00e9ricas (ALCA), propuestapor el presidente Bill Clinton en diciembre de 1994(50). Dicho proyecto no prosper%u00f3 y en noviembre del 2005, en la cumbre de Mar del Plata en Argentina, se suspendieron las negociaciones para establecer el ALCA. Entre los motivos del fracaso de esta iniciativa, desde el punto de vista de los lideres latinoamericanos, estuvo que el ALCA respond%u00eda a un deseo de cuestionar la soberan%u00eda y su margen de maniobra (51).El tercer modelo propuesto, el regionalismo postliberal, emergi%u00f3 en un contexto donde ya exist%u00edanprocesos en marcha como el MERCOSUR. Bajo estemodelo se impuls%u00f3 la creaci%u00f3n de nuevos mecanismosde integraci%u00f3n/cooperaci%u00f3n, entre los cuales destaca la Uni%u00f3n de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe%u00f1os (CELAC). La diferencia con el modelo anterior, sin embargo, estuvo marcada por la permanencia y/o creaci%u00f3n de sistemas integracionistas basados en el regionalismo abierto, que sigui%u00f3 vigente (el caso de la Alianza del Pac%u00edfico), y por el desarrollo de procesos no asimilables a ninguna de las dos categor%u00edas, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Am%u00e9rica(ALBA), liderada por el gobierno de venezuela (48).Los pa%u00edses que hoy constituyen el ALBA TCP fueron en su %u00e9poca contrarios a la iniciativa norteamericana del ALCA. Por contra, los pa%u00edses que conforman la Alianza para el Pac%u00edfico estaban a favor de esta iniciativa; por eso, frente al fracaso de la misma, firmaron Tratados de libre Comercio con EE.UU.Tales hechos dan clara muestra de la complejidad en los procesos de integraci%u00f3n que ocurren en la regi%u00f3n, existiendo proyectos con idearios opuestos que confluyen con organismos como la UNASUR, y el CELAC (50).Menci%u00f3n importante merece la UNASUR, organismoconcebido para hacerle contrapeso a la menguanteOrganizaci%u00f3n de los Estados Americanos (OEA), sin lainfluencia de los Estados Unidos. El proceso deintegraci%u00f3n promovido por el UNASUR se ha ralentizadolatinoamericana: el primero mediante la creaci%u00f3n deun mercado regional de manera similar al modeloeuropeo (zona de libre comercio, mercado com%u00fan yuni%u00f3n econ%u00f3mica completa, que incluye laarmonizaci%u00f3n de pol%u00edticas econ%u00f3micas monetarias,fiscales y sociales (47)); y otro, menos ambicioso,centrado en una rebaja generalizada de los aranceles,es decir la creaci%u00f3n de una zona de libre comercio omercado %u00fanico, presentada como una etapa intermediahacia la creaci%u00f3n de un mercado com%u00fanlatinoamericano (48). La regi%u00f3n suramericana no es unactor relevante en t%u00e9rminos pol%u00edticos, algunosproyectos de integraci%u00f3n han conseguido eliminarbarreras arancelarias, pero no son proyectos querepresenten a toda la regi%u00f3n (47).Las experiencias integradoras llevadas a cabo en laregi%u00f3n, seg%u00fan explica Hugo Daniel Ramos est%u00e1n basadasen distintos %u201cmodelos de integraci%u00f3n%u201d: elestructuralista, el regionalismo abierto y elregionalismo post-liberal.Las ideas estructuralistas a favor de la integraci%u00f3nlatinoamericana se articularon en relaci%u00f3n con elproceso de industrializaci%u00f3n end%u00f3geno (48). Estemodelo se plasm%u00f3 en un conjunto de diversasexperiencias concretas: Mercado Com%u00fanCentroamericano (MCCA), hoy el Sistema de integraci%u00f3nLatinoamericana (SICA); Asociaci%u00f3n Latinoamericana deLibre Comercio (ALALC), hoy Asociaci%u00f3nLatinoamericana de Integraci%u00f3n (ALADI); y el PactoAndino, hoy Comunidad Andina de Naciones (CAN).En este punto, es importante mencionar elParlamento Latinoamericano (PARLATINO), la instituci%u00f3nparlamentaria m%u00e1s antigua de Am%u00e9rica Latina, anteriora todos los dem%u00e1s intentos de integraci%u00f3n de la Regi%u00f3n.El PARLATINO, no tiene ninguna asociaci%u00f3n formal conuna organizaci%u00f3n de integraci%u00f3n regional. Su constituci%u00f3ncoincidi%u00f3 con la fundaci%u00f3n ALALC, y aunque se pretend%u00edaque se convirtiera en un parlamento de estaorganizaci%u00f3n, nunca se formaliz%u00f3 un v%u00ednculo entreambos. Las peculiaridades de este %u00f3rgano, guiado por lostratados internacionales m%u00e1s que por una asociaci%u00f3n aun proyecto de integraci%u00f3n concreto, lo hacen fr%u00e1gil y losit%u00faan en una posici%u00f3n muy poco operativa para aplicardecisiones y hacer evolucionar sus actividades (49).El segundo modelo, el regionalismo abierto, nacidohacia finales de los a%u00f1os 80 y principios de los 90 enmedio de importantes transformaciones regionales ysist%u00e9micas. En este contexto, en el nivel regional sedestacan las transiciones a la democracia y el gironeoliberal de los gobiernos latinoamericanos desdemediados de la d%u00e9cada del 80; en el nivel sist%u00e9mico sesit%u00faan el fin de la %u201cguerra fr%u00eda%u201d y la consolidaci%u00f3n de losEE.UU. como primera potencia mundial. El modelo deregionalismo abierto naci%u00f3 firmemente vinculado con58ANALESRANFwww.analesranf.comProblems of Access to Medicines: Availability and LocalProduction in Latin AmericaMar%u00eda Esther Ruiz Sayritupac de Nu%u00e9 y Mar%u00eda del Carmen Gonz%u00e1lez LeonorAn. R. Acad. Farm.Vol. 90. n%u00ba 1 (2024) %u00b7 pp. 45-81
                                
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