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ANALES de distinción (45). Pero existen dos ejemplos más claros de esta dis-
criminación, el cloroformo y la insulina. El cloroformo sólo aparece
RANF en Amor..., esta molécula también llamada “anestésico de la reina”,
se usó en 1847 para dormir a la Reina Victoria de Inglaterra en su
www.analesranf.com octavo parto.
En El general…, Simón Bolívar, preguntando por las tro- “Florentino Ariza sabía que los ricos de su tierra no tenían
pas, recibe como respuesta “«Lo que nos tiene jodidos no es la enfermedades cortas...Se sometían a lo que Dios quisiera en el Hos-
moral, Excelencia», le dijo. «Es la gonorrea» (p.241). pital de los Adventistas...Algunos volvían con el abdomen atravesado
de costuras bárbaras que parecían hechas con cáñamo de zapa-
El ácido bórico es una molécula que podríamos considerar tero..., y por el resto de sus días seguían contando y volviendo a
de droguería, que puede comprarse a granel, sin tener en principio, contar las apariciones angélicas que habían visto bajo los efectos
mucho cuidado con la dosis. Es desinfectante activo y poco tóxico que del cloroformo “(Amor..., p.334). Con esta frase el narrador nos re-
es incapaz de acabar con las cucarachas, ya perseguidas desde tiem- cuerda, igual que en el caso de las víctimas del cólera, algunos ras-
pos bíblicos y sólo susceptibles al deslumbramiento solar (Cien..., gos fundamentales de la existencia humana: los ricos no se mueren,
p.523), con el que el dictador Zacarías Alvarado se aseaba cada día simplemente desaparecen.
-con grandes cantidades de este producto- la zona genital que in-
cluía su enorme potra de la que el personaje estaba orgulloso: Por último, aparece la insulina que, aunque de un origen
“le embadurnaba las bisagras de las piernas con manteca de cacao biológico, la incluimos en este apartado como fruto del progreso
para aliviarle las escaldaduras del braguero, le empolvaba con ácido bioquímico. Esta molécula se empezó a comercializar en Hispano-
bórico la estrella mustia del culo” (El otoño..., p.194). américa en el primer tercio del siglo XX (46). El narrador trata la
diabetes en sus novelas de forma más o menos explícita, aunque
Otra molécula inorgánica era el bromuro de potasio que en su familia parece ser que no hay antecedentes de la enfermedad
se tomaba como calmante del sistema nervioso y en situaciones neu- (32).
rasténicas (41); y era unas de las medicinas secretas que tomaba
del doctor Juvenal Urbino para levantarse el ánimo (Amor…, p.18). En Cien..., los Buendía beben limonada y siempre el café
Este dato aporta detalles sobre la personalidad del doctor Urbino, sin azúcar. En El Coronel habla de una “pastilla blanca con tamaño
que por supuesto también está sujeto a bajadas de ánimo como el de habichuela” para endulzar el café, “es como azúcar, pero sin azú-
resto de los mortales. car... de una dulzura triste. Es algo así como repicar sin campanas”
(p.59).
En este sentido, durante el siglo XIX se lograron en Europa
-y más tarde en los Estados Unidos- grandes avances en química También se describe un análisis de orina a un diabético:
orgánica de aplicación medicinal, como la extracción de alcaloides “el coronel esperó hasta cuando el médico calentó el tubo de vidrio
y la síntesis de moléculas como los salicilatos (43). Comienza el pro- con la orina del paciente, olfateó el vapor e hizo a don Sabas un
ceso de industria químico-farmacéutica, que en pocas décadas ex- signo aprobatorio” (p.77). Como consecuencia de esta prueba para
portó sus medicamentos a distintas partes del mundo, lo que comprobar la existencia de cuerpos cetónicos en la orina, el mismo
desembocó en el abandono progresivo de la formulación magistral médico concluye: “Habrá que fusilarlo -dijo el médico dirigiéndose
basada en plantas medicinales. al coronel-. La diabetes es demasiado lenta para acabar con los
ricos”. «Ya usted ha hecho lo posible con sus malditas inyecciones
En Amor..., ya hemos referido como el doctor Juvenal Ur- de insulina». El mismo médico apostillaría después que “la pobreza
bino también tomaba salicilatos para el dolor de huesos en tiempos es el mejor remedio contra la diabetes” (p.78). Es una descripción
de lluvia (p.19). Una observación que resulta muy conspicua que de la diabetes en adultos muy certera, causada, entre otras cosas
nos brinda el autor sobre el mundo de la de la síntesis de medica- por el exceso de comida y la vida sedentaria. El autor puede que-
mentos, los salicilatos fueron aislados en el siglo XVIII a partir de rernos decir que la insulina, un producto muy innovador y nortea-
la corteza de sauce, con buenos resultados para la artritis y la fiebre, mericano, no va a poder con una diabetes de un coronel caribeño.
pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando de acetilaron por la Como el coronel se ha portado “mal” y el azúcar no va a acabar con
empresa Bayer para disminuir sus efectos secundarios y empezar a él, habrá que recurrir a algo tan familiar y castizo como es el pelotón
producirse en gran escala y destinarlos a la exportación (44). Tam- de fusilamiento. Al final no olvidemos que en la autopsia de San-
poco hay que olvidar que el clima caribeño colombiano se caracte- tiago Nasar se encontró un hígado hipertrofiado por una hepatitis
riza por un periodo largo de lluvias persistentes que comienza en
abril – con una interrupción en julio- y sigue durante un largo in-
vierno entre agosto y noviembre, y se interrumpe entre diciembre
y marzo con un periodo seco (1). Medicamentos similares eran más
costosos, como la fenaspirina -ácido fénico y aspirina- y sólo estaban
dirigidos a las élites y su consumo se consideraba con un ejemplo
Farmacia y plantas medicinales en la literatura: 181
caso de García Márquez
Francisco José González Minero y Luis Bravo Díaz
An. Real Acad. Farm. Vol. 87. Nº 2 (2021) · pp. 171-184