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ANALES
RANF
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Figura 2: Número de especies encontradas a lo largo de las Montañas Transantárticas, en un gradiente latitudinal desde 69 a 86 ºS.
perior a los talos de sombra. Pero cuando individuos de zonas som- En el interior de las rocas las extremas condiciones am-
breadas se exponen al sol la eficiencia de su escudo UV aumenta bientales se atemperan, al menos durante los meses de verano.
hasta alcanzar valores máximos al cabo de una semana. Esta res- En este microhábitat la temperatura puede superar los 15 ºC en
puesta parece estar claramente inducida por la incidencia directa un día soleado, ligeras nevadas estivales actúan como fuente de
del sol, lo que supone una activa capacidad de aclimatación de estos humedad, que en los intersticios rocosos se mantiene durante
organismos al ambiente lumínico (15). más tiempo y la estructura cristalina de estas rocas permite el
paso de suficiente luz para la fotosíntesis hasta 1cm por debajo
Los microoasis forman un collar de joyas vivas que cir- de la superficie. Un pequeño invernadero natural en el que de
cunda todo el continente antártico y que penetran hasta latitudes vez en cuando se consigue un ambiente muy adecuado para la
muy altas a través de las Montañas Transantárticas. Hay una re- actividad biológica.
gión, sin embargo, en la que incluso estas mínimas fuentes de
hidratación están ausentes. Se trata de los Valles Secos, la zona Los científicos empeñados en la búsqueda de vida en
más inhóspita de la Antártida, donde la vida retrocede hasta rin- Marte se han inspirado en estos “líquenes” endolíticos para di-
cones insospechados. La precipitación es aquí inferior a 50mm señar sus experimentos. Los astrobiólogos que intentan encontrar
anuales, similar a la del centro del Sahara, la temperatura nunca formas de vida terrestres capaces de resistir la exposición a las
supera el punto de congelación y a pesar de ello, la humedad condiciones del espacio exterior, utilizan estos organismos extre-
relativa se sitúa alrededor del 25 %. La sequedad es tal, que el mófilos como objeto preferente para futuros vuelos espaciales.
hielo de los glaciares que penetran en estos valles se sublima, Los biólogos moleculares tratan de descubrir las secuencias ge-
creando frentes muy netos y estables, colgados a mitad de ladera. néticas relacionadas con su increíble resistencia a condiciones ex-
Nada parece ser capaz de sobrevivir en este desierto de polvo y tremas (19).
rocas esculpidas por el viento. Algunos cadáveres de focas mo-
mificadas nos recuerdan que incluso los microorganismos des- En lo más profundo de las Montañas Transantárticas, a
componedores escasean (16). Pero la vida, lejos de estar ausente, sólo unos centenares de kilómetros del Polo Sur, se encuentran
aparece por doquier, sólo que no se ve a simple vista. Para en- las localidades más meridionales con vida vegetal de nuestro
contrarla es preciso romper las rocas de granito o arenisca y en- planeta (Fig. 2). Aquí la nieve es abundante y las precipitaciones
tonces descubrimos una capa verde a algunos milímetros por durante el verano ocurren con frecuencia. Los frentes de nieve
debajo de la superficie. Son asociaciones simbióticas de algas, en lenta fusión van hidratando brevemente las rocas, sobre las
hongos y bacterias (líquenes s.l.) que forman una de las comu- que se desarrollan unas 35 especies de líquenes y un musgo
nidades microbianas más extraordinarias de nuestro planeta (17, (Schistidium antarctici) (9). Muchas de ellas tienen una amplia
18). distribución y es posible comparar el comportamiento fotosinté-
tico de poblaciones muy distantes. Así (Fig. 3) Umbilicaria de-
272 Antarctic vegetation, a sentinel to climate change
Leopoldo García Sancho
An. Real Acad. Farm. Vol. 86. Nº4 (2020) · pp. 269 -279