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La Dra. Rocío Millán de la División de Suelos y Geología Ambiental, del Departamento de Medio Ambiente, del Centro
de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, del CIEMAT. Disertó sobre: “La interacción suelo-
planta en la restauración paisajística de escombreras y la recuperación de explotaciones mineras”. Explicó que la
conservación del medio edáfico, así como la recuperación de suelos degradados, es un tema que nos afecta a la sociedad por
ser origen de materias primas, mantener las funciones básicas de ecosistemas, ser la base de la agricultura y la seguridad
alimentaria así como un medio fundamental para el mantenimiento en la tierra. Por tanto, es un deber y un reto de futuro
proteger nuestros suelos para poder asegurar los retos que plantea una población en crecimiento y un aumento de los usos
que le exigimos a este recurso. En este contexto se exponen los trabajos centrados en la recuperación de espacios
degradados y contaminados, entre ellos los desarrollados en el distrito minero de Almadén durante y tras el cierre de la
mina, incidiendo en la base científica necesaria para la propuesta de alternativas socio-económicas seguras, la recuperación
de escombreras y la aplicación de fitotecnologías. Asimismo, se abordará el tema de la incorporación de la recuperación
edafo-paisajística en la restauración ecológica de emplazamientos. Los trabajos que se exponen se abordan desde el
laboratorio hasta su puesta en práctica en situación real. La recuperación de espacios degradados y contaminados centrada
en dos ejemplos: la restauración paisajística de escombreras y los trabajos desarrollados en el distrito minero de Almadén
durante y tras el cierre de la mina (vegetación natural y propuesta de cultivos), incidiendo en la base científica necesaria
para la propuesta de alternativas socio-económicas y de cultivos "seguros". Desde el trabajo de laboratorio a su puesta en
práctica en situación real. Propuesta de soluciones desde la I+D.
El Dr. D. Ramón Carpena, Catedrático del Departamento de Química Agrícola, en la Universidad Autónoma de Madrid,
disertó sobre: “Estrategias verdes contra la contaminación de suelos”. Explicitó sobre que los emplazamientos mineros
abandonados son fuentes de metales pesados contaminantes, y para recuperarlos se ha planteado el empleo de plantas. Entre
las tecnologías fitorremediadoras (verdes), la fitoestabilización es la más viable. Se basa en la acción inmovilizadora de la
planta sobre los metales pesados del suelo. Los vertederos mineros serían revegetados con especies tolerantes a los
contaminantes. La raíz puede actuar por adsorción/ precipitación/ absorción del metal o su complejación con sus exudados,
y modificar propiedades del suelo. La selección de especies vegetales aptas requiere el estudio de sus mecanismos de
tolerancia. Se realizaron experimentos hidropónicos o con suelos, en cámaras e invernaderos, estudiando mecanismos de
absorción de arsénico, cadmio, zinc entre otros, y su distribución parte aérea/raíz. Los mecanismos de tolerancia preferentes
conducían a la acumulación de los contaminantes en raíz: (i) retención en pared, salvo As, (ii) formación de fitoquelatinas y
(iii) exudación de ácidos orgánicos. En campo, en la zona del vertido de Aznalcóllar, y en escombreras mineras, se observó
que la revegetación con especies tolerantes a metales produjo un descenso en su biodisponibilidad, y una reducción en la
parte aérea de la planta, evitando su paso a la cadena trófica.
El Dr. D. José Javier Pueyo, Profesor de Investigación, en el Instituto de Ciencias Agrarias Consejo Superior de
Investigaciones Científicas – CSIC, disertó sobre el tema: “Bacterias y plantas trabajando juntas por el medio ambiente: La
simbiosis Rhizobium-leguminosa”. Explicó que, durante las últimas décadas, el aumento de la población mundial y el
desarrollo económico de los países emergentes ha ido acompañado de un incremento en la contaminación por metales
pesados, como el Hg y el Cd, que están considerados como dos de los elementos liberados al medio ambiente más tóxicos
para los humanos, según la Agencia de Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades. Debido a su carácter lipofílico y
su baja solubilidad en agua, son muy difíciles de eliminar del organismo, provocando bioacumulación y biomagnificación
en la cadena trófica, en la que entran principalmente a través de las plantas.
Los metales pesados no pueden ser degradados, pero se pueden retirar, extraer e inmovilizar en el suelo disminuyendo su
disponibilidad. Para ello, la fitorremediación es el método más económico y respetuoso con el medio ambiente. Las
leguminosas juegan un papel fundamental en el medio ambiente ya que poseen la cualidad de establecer simbiosis con los
rizobios del suelo, lo que les permite fijar nitrógeno atmosférico, no dependiendo de la fertilización nitrogenada, que puede
causar la eutrofización de acuíferos y plantear importantes riesgos para la salud. Los rizobios y otras bacterias que colonizan
la raíz pueden aumentar la biodisponibilidad de los metales pesados y favorecer su absorción por la planta. Algunas
leguminosas han sido probadas en suelos contaminados por metales y se ha constatado que la inoculación con rizobios
aislados del propio suelo contaminado tiene un efecto positivo en su establecimiento y rendimiento. Por todo ello, la
interacción simbiótica rizobio-leguminosa se presenta como una prometedora herramienta de fitorremediación.
1 febrero de 2017. Tuvo lugar la interesante Mesa Redonda de presentación del libro de la Directora del Centro
Nacional de Investigaciones Oncológicas, Ilma. Sra. Dña. María A. Blasco Marhuenda, con el título: “Morir joven, a los
140 años” y de coautora Dña. Mónica G. Salomone, cuya presentación estuvo a cargo del Académico D. Bartolomé Ribas
Ozonasm, quien señaló que era un honor para él pronunciar las palabras de Introducción para el mencionado libro, como
diamante que había caído en sus manos, con el título “Morir joven, a las 140 años”. Y que este honor de ocupar la tribuna se
debía al ofrecimiento de la Excma. Sra. Dña. María Cascales Angosto, entrañable amiga y compañera desde el año 1960
cuando realizaban ambos la tesis doctoral en el Departamento de Bioquímica de la UCM del Prof. Ángel Santos Ruiz, y que
por lesión no podía acompañarnos en este feliz e importante acto de presentación del expectante libro, que prevé que el ser
humano pueda alcanzar una longevidad activa de 140 años. Resultados de sus experimentos claramente justificados por su
experiencia en ratones y cultivos celulares, porque son mamíferos como los seres humanos, con reacciones metabólicas,
químicas y neuroquímicas idénticas, confirmadas en publicaciones de numerosos científicos y Premios Nobel.
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