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benzoato como pesticida. Zoetis, por su parte, comercializa
moléculas derivadas de avermectina tales como
doramectina para uso veterinario como endectocida y
selamectina, molécula puente entre avermectinas y
milbemicinas, también para uso veterinario. Por otra parte,
lo hace también con la milbemicina B molécula
semisintética de la nemadectina antibiótico producido por
Streptomyces cyano-griseus (originariamente por
American Cyanamid, 1980) como moxidectina para uso
veterinario. Una tercera empresa, en este caso europea,
Novartis- fruto de la fusión de Ciba Gegy y Sandoz -,
produce, procedente de la fermentación de otra especie de
Streptomyces hygroscopicus var areolacrimosus,
milbemicina-oxima también de uso veterinario.
Ivermicina 7. El uso en la especie humana
7.1 Oncocercosis (ceguera de los ríos)
En otro lugar y ocasión revisaremos el amplísimo
campo del uso de ivermectina, derivados y competidores
en las especies animales, especialmente en el control de las
tricostrongilosis, estrongilosis, metastrongilidosis, etc., así Ghana, Guatemala, Costa de Marfil, Liberia, Malí, Senegal
como sarnas, hipodermosis y otras miasis, etc., etc.
El uso humano surgió como idea de W.C. Campbell al
ver los resultados de los ensayos de evaluación de
actividad de IVM sobre équidos en la granja de
investigación de Merck en Sprindale, AR (36). Además de
la extraordinaria actividad frente a las larvas emigrantes y
los adultos de los grandes estróngilos, pequeños
estróngilos y oxiúrido, así como frente a gasterófilos
(Gastrophilus intestinalis y G.nasalis), comprobaron que
dosis tan pequeñas como 0,1 mg/kg disminuía hasta la
eliminación la presencia de las microfilarias de O.
cervicalis, una filaria específica de los équidos, con la
particularidad añadida de que no se producían reacciones
inflamatorias violentas como podía ocurrir con otros
microfilaricidas como la dietil-carbamazina. Otras filarias:
Wuchereria bancrofti, Brugia malayi y B.timori,
Onchocerca volvulus, entre las más importantes, parasitan
al hombre causando enfermedades debilitantes y
deformantes: elefantiasis y ceguera de los ríos. Campbell
redactó un informe sugiriendo el empleo de la nueva droga
para combatir y controlar las filariosis humanas. La
dirección de la empresa aceptó la idea y dispuso la
financiación adecuada.
El médico Mohammed A. Aziz director de
investigaciones clínicas de Merck fue encargado de dirigir
la evaluación clínica humana del uso de IVM frente a
Oncocherca volvulus, el agente causal de la oncocercosis o
ceguera de los ríos, una enfermedad extendida por toda
África intertropical, Yemen y Centro y Suramérica. No
había en el tiempo estadísticas fiables de la prevalencia del
proceso pero sí el conocimiento de la escandalosa
proporción de adultos ciegos por esta enfermedad en áreas
infectadas, pobres y empobrecidas también por la
expulsión que la enfermedad causaba de las tierras de
regadío más fértiles y productivas. Los recursos
terapéuticos contaban con grandes dificultades, pues,
aunque la dietilcarbamazina (Hetrazan, una piperazina) es
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Antonio R. Martínez Fernández
un microfilaricida eficacísimo, su aplicación ocasiona
fuertes respuestas inflamatorias - reacción de Mazzoti -,
que agravan las lesiones oculares. El mejor recurso válido
por entonces era la lucha con insecticidas frente al vector,
las especies antropófilas de Simulium conocidas como
moscas negras. Así se hizo usando DDT hasta su
prohibición y fosforados más tarde, con los que se logró
cortar la transmisión en Kenia y disminuirla en áreas de
África occidental subsahariana, pero que resultó harto
difícil e inoperante en otras áreas. Una idea de la
prevalencia, en los datos de OMS de 2010 (37) para el año
1995 era de unos 42 millones de personas infectadas, con
385.000 ciegos, 944.000 con visión limitada, 29,7 millones
de personas con prurito grave.
Tras las primeras aplicaciones positivas de ensayo
clínico Fase I realizados por el Dr. Aziz, él mismo dirigió
y estimuló una serie de ensayos repetidos de Fase II y III
(38) en colaboración con la OMS gracia al convenio
OMS/Merck de 1982, realizados en años sucesivos en:
y Togo. Estos ensayos demostraron que una dosis anual
única de 150 a 200 µg/kg de IVM lleva a cero, pasado el
primer mes, la densidad de microfilarias y mantiene
niveles bajos de microfilaremia dérmica durante los 12
meses post-tratamiento. La IVM no es macroflaricida, las
hembras adultas del nematodo continúan vivas aunque con
capacidad reproductiva disminuida.
Muchos otros grupos y en diferentes áreas endémicas
de la enfermedad confirmaron la eficacia y seguridad del
uso de la IVM frente a las microfilarias de Oncocerca y
sus consecuencias. Estaba claro que el ciclo biológico de
este parásito se podía cortar definitivamente a través de
tratamientos anuales con una sola dosis de IVM.
Consecuentemente, para la aplicación segura registró en
Francia, en 1987 IVM para uso humano bajo el nombre de
Mectizan®. El registro en USA, como Stromectol® lo
autoriza la FDA nueve años más tarde para el tratamiento
de la estrongiloidosis y oncocercosis.
7.2. Oncocercosis. El altruismo imprecedente de Merck &
Co.
Estaba claro que IVM era la herramienta adecuada para
combatir y erradicar la ceguera de los ríos pero alguien
tenía que proveer los fondos para producirla y distribuirla
a precio mínimo, o gratis y responsabilizarse de las
consecuencias de los efectos adversos que pudiera
ocasionar. Merck solicitó financiación a diversos
organismos: OMS, USAID (Agencia de Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional), el Departamento de
Estado y el Congreso de los Estados Unidos, con el apoyo
de los más influyentes senadores del momento, pero nadie
respondió positivamente. Por todo esto, en un gesto de
extraordinaria repercusión mundial, el CEO (Presidente y
ejecutivo en jefe) de Merck & Co. Dr. Pindaros Roy
Vagelos decretó en este mismo año 1987 que Merck
“regalará a quien la necesitare, tanta ivermectina como sea
necesaria, durante el tiempo que sea necesario” (39), (40).
Poner en práctica este gesto, es decir llevar hasta el
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