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Envejecimiento
cerebral
normal
y
patológico
…
los
primates,
incluido
el
hombre
–
Figura
7,
8);
b)
disminución
o
disfunción
de
los
axones
terminales
corticales
que
hacen
disminuir
la
acetilcolina
que
mantiene
el
nivel
óptimo
de
excitación
de
las
neuronas
corticales;
c)
disminución
del
sistema
neurotrófico
específico
NGF
(“nerve
growth
factor”)
que
mantiene
el
funcionamiento
y
hace
responder
correctamente
al
sistema
colinérgico
basalocortical
(Figuras
7,
8).
Esta
involución
colinérgica
parece
manifestarse
con
una
intensidad
leve
a
moderada
en
el
envejecimiento
fisiológico
y
con
una
intensidad
moderada--grave
en
el
envejecimiento
patológico
EA.
En
el
Cuadro
III
y
en
la
Figura
9,
se
muestran
las
variaciones
de
distintos
parámetros
morfológicos
bioquímicos
e
histoquímicos
del
sistema
colinérgico
basalocortical
en
varias
situaciones
(desde
el
envejecimiento
fisiológico
a
la
EA
terminal).
Respecto
a
la
posible
paradoja
existente
entre
suponer
que
en
el
envejecimiento
(fisiológico
o
patológico/EA)
ocurre
una
bajada
de
neurotransmisión
glutamatérgica,
y
emplear
como
tratamiento
de
la
EA
el
bloqueo
de
receptores
tipo
NMDA
para
glutamato
con
el
fin
de
limitar
la
funcionalidad
de
una
parte
de
este
complejo
sistema
de
neurotransmisión,
hay
que
decir
que
todavía
quedan
muchas
cuestiones
que
aclarar
sobre
la
posible
implicación
de
la
neurotoxicidad
del
glutamato,
absoluta
o
relativa
en
ciertas
regiones
del
SNC,
en
el
origen
y
la
progresión
del
envejecimiento
y
la
EA
así
como
de
los
beneficios
y
del
mecanismo
de
acción
del
medicamento
memantina,
aunque
haya
sido
internacionalmente
aprobado
para
su
uso
clínico.
Podría
ocurrir
que
el
bloqueo
de
los
receptores
NMDA,
aunque
empeorando
la
neurotransmisión
glutamatérgica
en
ciertos
circuitos,
mejorara
la
concentración
intracelular
de
calcio,
que
puede
llegar
a
ser
neurotóxica,
al
impedir
el
paso
del
catión
a
su
través
cuando
se
activan
por
el
glutamato.
Para
la
mayoría
de
las
investigadores,
lo
que
caracterizaría
al
envejecimiento
patológico
(EA)
sería
la
especial
intensidad
de
las
alteraciones
junto
a
determinadas
combinaciones
de
alteraciones,
pero
sólo
en
regiones
específicas
y
tipos
concretos
de
neuronas.
Especialmente
significativo
es
el
caso
de
la
corteza
entorrinal
donde
parece
que
se
producen
los
primeros
cambios
en
la
EA
(etapa
I
de
Baak
y
Braak
–
44.
Figura
5).
Aparecen
aquí
los
primeros
ovillos
neurofibrilares
en
las
neuronas
piramidales,
y
se
detectan
disminuciones
del
número
de
neuronas
y
del
espesor
de
la
corteza
con
diferentes
técnicas
in
vivo
e
in
vitro
(47,
48,
71,
72).
Ciertos
estudios
funcionales
parecen
indicar
que
disminuye
también
la
conectividad
sináptica
y
el
flujo
de
la
información
a
este
nivel
(72).
Uno
de
los
últimos
y
más
importante
estudios
para
probar
la
hipótesis
del
continuum
senilidad
fisiológica
--
enfermedad
de
Alzheimer
(EA)
tanto
clínica
como
neuropatológicamente
se
llevó
a
cabo
en
2012
analizando
2.083
cerebros
del
National
Alzheimer
Coordinating
Center
obtenidos
en
autopsias
desde
2005
a
2012
(55).
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