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Desarrollo
perinatal
del
cerebro
Durante
la
vida
adulta,
la
zona
subventricular
humana
está
formada
por
una
capa
de
ependimocitos
en
contacto
con
el
líquido
cefalorraquídeo
del
ventrículo
lateral,
sobre
la
que
se
asienta
una
capa
de
astrocitos
específicos
de
esta
zona,
algunos
de
ellos
provistos
de
un
cilio
que
contacta
con
el
lumen
ventricular.
Estas
últimas
células
son
las
verdaderas
progenitoras,
que
proliferan
para
dar
neuronas
que
migran
tangencialmente
(Merkle
et
al.
2004)
(Quinones--Hinojosa
et
al.
2006)
sin
ayuda
de
la
glía
radial,
en
lo
que
se
ha
denominado
corriente
migratoria
rostral.
Las
células
de
la
corriente
migratoria
rostral
forman
cadenas
de
neuronas
alargadas
que
se
mueven
dentro
de
“tubos
gliales”,
cuyas
paredes
están
formadas
por
astrocitos
que
entrelazan
sus
procesos
delimitando
la
corriente
migratoria
rostral
de
la
zona
circundante.
Dentro
de
la
corriente
migratoria
rostral,
las
neuronas
se
mueven
paralelas
a
la
dirección
del
flujo
del
líquido
cefalorraquídeo
que
baña
la
pared
del
ventrículo
lateral,
siguiendo
el
gradiente
de
una
molécula
guía
(Sawamoto
et
al.
2006).
De
esta
manera,
estas
neuronas
alcanzan
el
bulbo
olfatorio
donde
se
diferencian
en,
al
menos,
dos
tipos
de
interneuronas,
las
neuronas
granulares
y
perigranulares.
La
corriente
migratoria
rostral
es
claramente
ostensible
en
cerebro
de
rata
en
el
momento
del
nacimiento,
formando
una
“L”
que
parte
de
la
zona
subventricular
en
la
pared
del
ventrículo
lateral
y
se
dirige
ventralmente
hacia
el
estriado,
en
los
alrededores
del
ventrículo
olfatorio
para,
posteriormente,
tomar
la
dirección
rostral
hacia
el
bulbo
olfatorio.
Más
tarde,
coincidiendo
con
la
desaparición
del
ventrículo
olfatorio,
la
corriente
migratoria
rostral
se
estrecha
progresivamente,
formando
una
“L”
que
conecta
la
zona
subventricular
con
el
bulbo
olfatorio
mediante
una
línea
densa
de
células.
Durante
el
viaje,
las
células
de
la
corriente
están
en
continua
división,
observándose
un
gradiente
de
proliferación
en
el
sentido
caudorrostral,
con
un
máximo
en
la
zona
subventricular
y
un
mínimo
en
el
bulbo
olfatorio.
La
corriente
migratoria
rostral
se
mantiene
durante
todo
el
periodo
postnatal
y
sigue
presente
en
el
adulto
(Martoncikova
et
al.
2006).
Recientemente
se
ha
descubierto
la
presencia
de
la
corriente
migratoria
rostral
en
el
cerebro
del
hombre
adulto,
cuyas
características
son
semejantes
a
las
mencionadas
anteriormente
(Curtis
et
al.
2007)
Durante
éstos
últimos
años
ha
subsistido
el
misterio
de
cómo
estas
nuevas
neuronas,
generadas
durante
la
“neurogénesis
secundaria”
que
tiene
lugar
en
la
zona
subventricular
durante
la
etapa
postnatal,
podrían
alcanzar
su
localización
tópica,
teniendo
en
cuenta
que
las
células
guías,
es
decir,
las
células
glía
radiales,
desaparecen
una
vez
estratificado
el
córtex.
Este
misterio
ha
sido
resuelto
recientemente
por
el
grupo
de
Monyer
(Le
Magueresse
et
al.
2012),
que
han
descubierto
que,
durante
esta
etapa,
las
neuronas
utilizan
los
capilares
sanguíneos
para
alcanzar
los
estratos
indicados
de
la
corteza
cerebral
durante
la
migración
neuronal
secundaria,
tanto
radial
como
tangencial
(Figura
5).
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