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J.
R.
Lacadena
y
F.
Mayor
Menéndez
Para
obviar
estas
dificultades
clínicas
se
han
introducido
algunas
mejoras
técnicas:
por
ejemplo,
Yamanaka
y
colaboradores
(25)
han
obtenido
las
células
iPS
sin
utilizar
vectores
virales
en
ratones.
Para
ello
utilizaron
la
transfección
repetida
de
dos
plásmidos
de
expresión
en
fibroblastos
de
embriones,
uno
era
portador
de
los
ADNc
(ADN
complementario)
de
Oct3/4,
Sox2
y
Klf4
y
el
otro
del
de
c--Myc.
En
las
células
iPS
obtenidas
no
se
produjo
la
integración
del
plásmido
en
el
genoma,
evitando
la
formación
de
teratomas.
Por
su
parte,
Jaenisch
y
colaboradores
(26),
con
objeto
de
reducir
el
número
de
partículas
virales
necesarias
para
la
reprogramación
y
por
tanto
disminuir
el
peligro
de
la
mutagénesis
inducida
por
la
integración
de
ADN
viral
en
el
genoma,
lograron
que
los
cuatro
factores
de
reprogramación
Oct4,
Sox2,
Klf4
y
c--Myc
pudieran
ser
expresados
a
partir
de
un
único
promotor
viral,
generando
células
iPS
tanto
a
partir
de
células
embrionarias
o
adultas
de
ratón
como
a
partir
de
queratinocitos
humanos.
Por
otro
lado,
Melton
y
colaboradores
(27)
obtuvieron
células
iPS
a
partir
de
fibroblastos
humanos
utilizando
solamente
los
factores
Oct4
y
Sox2,
evitando
la
presencia
de
los
proto--oncogenes
Klf4
y
c--Myc
y
sus
posibles
efectos
dañinos.
Incluso,
más
tarde,
Schöler
y
colaboradores
(28)
demostraron
que
la
presencia
única
del
gen
Oct4
bastaba
para
obtener
células
iPS
(que
denominan
1FiPS)
a
partir
de
células
troncales
neuronales
de
ratón
adulto.
Un
nuevo
avance
en
el
tema
de
la
células
iPS
se
produjo
en
abril
de
2009
cuando
Ding
y
colaboradores
(29)
lograron
transformar
células
somáticas
de
ratón
en
células
troncales
pluripotentes
inducidas
(iPS)
sin
introducir
en
las
células
información
genética
alguna
sino,
simplemente,
poniendo
a
las
células
en
presencia
de
determinadas
proteínas.
Células
iPS
humanas
El
paso
a
la
obtención
de
células
troncales
pluripotentes
inducidas
en
la
especie
humana
la
realizaron
casi
simultáneamente
el
grupo
de
Yamanaka
y
el
de
Thomson.
En
2007,
Thomson
y
colaboradores
(30)
lograron
reprogramar
células
somáticas
adultas
humanas
(procedentes
de
prepucio
de
recién
nacido
y
de
piel
de
feto)
y
convertirlas
en
células
troncales
pluripotentes,
introduciendo
en
ellas
mediante
un
vector
viral
cuatro
genes
(Oct4,
Sox2,
Nanog
y
Lin28)
que
regulan
la
transcripción
(factores
de
transcripción).
Estas
células
troncales
pluripotentes
inducidas
(células
iPS,
induced
pluripotent
stem
cells)
tienen
cariotipo
normal,
expresan
actividad
telomerasa,
expresan
marcadores
celulares
de
superficie
y
genes
que
caracterizan
a
las
células
troncales
embrionarias
(ES)
y
mantienen
el
potencial
de
desarrollo
para
diferenciarse
en
células
de
las
tres
capas
germinales
primarias.
La
eficacia
de
la
técnica
es
de
una
célula
iPS
obtenida
por
cada
10.000
células
tratadas
que,
en
términos
prácticos,
es
muy
alta.
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