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Sesión
científica
Premios
Nobel
2012
tipos
de
células
troncales
pueden
tener
una
aplicación
clínica,
sin
embargo
las
células
iPS
son
especialmente
indicadas
en
la
terapia
celular
de
la
Medicina
Regenerativa
porque
al
tratarse
de
una
transferencia
autóloga
se
evita
el
rechace
inmunológico.
En
el
presente
contexto
únicamente
se
hará
referencia
a
las
células
troncales
pluripotentes
inducidas
(células
iPS).
5.2.
Células
roncales
pluripotentes
inducidas
(iPS),
una
esperanza
ética
para
el
futuro
(14)
Células
iPS
de
ratón
Desde
el
año
2003,
el
laboratorio
de
Yamanaka
(15)
estaba
interesado
en
el
estudio
de
los
factores
necesarios
para
mantener
la
pluripotencia
de
las
células
troncales
embrionarias,
identificando
el
gen
Nanog
(16)
a
la
vez
que
lo
hacía
el
grupo
de
Austin
Smith
(17).
A
partir
de
entonces
decidió
investigar
la
posibilidad
de
inducir
la
pluripotencia
en
células
somáticas.
Conociendo
el
trabajo
de
Tada
y
colaboradores
(18)
del
año
2001
en
el
que
demostraron
que
la
fusión
de
células
somáticas
con
células
ES
induce
la
pluripotencia
del
núcleo
somático,
Yamanaka
seleccionó
un
conjunto
de
24
factores
de
transcripción
como
posibles
candidatos
para
inducir
la
pluripotencia
en
células
somáticas,
descartando
uno
a
uno
los
factores
que
no
parecían
capacitados
para
ello.
Finalmente,
en
2006
Yamanaka
(19),
logró
la
reprogramación
de
células
somáticas
de
ratón
utilizando
solamente
cuatro
genes
reguladores
de
la
transcripción
(Oct3/4,
Sox2,
c--Myc
y
Klf4)
que
fueron
capaces
de
convertir
fibroblastos
embriónicos
de
ratón
en
células
troncales
pluripotentes,
por
lo
que
se
le
puede
acreditar
la
paternidad
de
la
técnica
(20)
que
fue
ratificada
por
el
grupo
de
investigación
de
Rudolf
Jaenisch
(21).
Posteriormente,
Yamanaka
refinó
la
técnica
original
(22).
En
2009,
María
Blasco
y
colaboradores
demostraron
que
es
necesaria
la
presencia
de
la
actividad
telomerasa
en
la
obtención
de
células
iPS
en
ratón
(23).
Pensando
en
una
futura
aplicación
clínica
de
estas
técnicas
hay
que
señalar
dos
inconvenientes:
en
primer
lugar,
la
utilización
de
un
retrovirus
como
vector
para
introducir
los
genes
reguladores
que
reprograman
las
células
somáticas
y,
en
segundo
lugar,
en
el
caso
de
Yamanaka,
la
utilización
del
proto--oncogén
c--Myc,
lo
cual
puede
suponer
un
obstáculo
para
lograr
la
autorización
para
llevar
a
cabo
la
investigación
clínica.
De
hecho,
un
20%
de
los
ratones
implantados
con
células
iPS
desarrollaron
teratomas
cancerosos.
Más
tarde,
en
2011,
Yamanaka
y
colaboradores
(24)
obtenían
células
iPS
a
partir
de
fibroblastos
de
ratón
y
humanos
sustituyendo
el
factor
c--Myc
por
el
factor
de
transcripción
Glis1
(de
la
familia
de
zinc
finger
1),
evitando
el
posible
efecto
dañino
del
proto--oncogén
c--
Myc.
El
factor
Glis
1
promueve
múltiples
vías
de
reprogramación,
tales
como
las
Myc,
Nanog,
Lin28,
Wnt,
Essrb
y
la
transición
mesenquima--epitelial.
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