Page 65 - 78_02
P. 65
DANIEL
ARCOS
tamaño
ofrece
posibilidades
de
reproducibilidad
y
control
muy
superiores
a
aquellos
sistemas
constituidos
por
partículas
irregulares,
angulosas
y
tamaños
variables.
El
grupo
del
Prof.
Galen
Stucky
(53)
propuso
la
preparación
de
microesferas
mesoporosas
bioactivas,
analizando
sus
propiedades
hemostáticas.
Estos
materiales
han
sido
propuestos
como
agentes
de
primeros
auxilios
en
casos
de
hemorragias
con
pérdida
masiva
de
sangre
(54),
que
además
no
presentan
el
efecto
térmico
de
otros
sistemas
que
suelen
necrosar
tejidos
sanos
durante
su
aplicación.
Estas
esferas
presentan
tamaños
comprendidos
entre
100
nm
y
1
micrometro
y
se
obtienen
en
el
sistema
SiO2--CaO--P2O5
utilizando
el
surfactante
P123
como
agente
director
de
la
estructura.
Los
métodos
para
obtener
microesferas
mesoporosas
bioactivas
son
variados.
Entre
ellos
merecen
ser
destacados
los
métodos
asistidos
por
la
generación
de
aerosoles.
Esta
metodología
combina
el
autoensamblaje
inducido
por
evaporación
con
la
formación
de
pequeñas
gotículas,
las
cuales
contienen
todos
los
precursores
que
formarán
la
microesfera
mesoporosa
bioactiva.
Estas
gotículas
forman
en
su
seno
la
fase
ordenada
y
son
posteriormente
pirolizadas
para
formar
sistemas
del
tipo
SiO2--CaO--P2O5.
Algunas
de
estas
esferas
han
sido
propuestas
como
injerto
óseo
y
sistemas
liberadores
de
fármacos
(55).
Los
métodos
asistidos
por
aerosol,
permiten
la
obtención
de
microesferas
con
estructuras
porosas
ordenadas
de
sistemas
multicomponente.
Sin
embargo,
los
tamaños
de
partícula
obtenidos
por
este
método
limitan
su
uso
a
la
implantación
local
directamente
en
hueso,
y
su
aplicación
se
restringe
al
relleno
y
regeneración
de
pequeños
defectos
óseos,
como
son
por
ejemplo
los
defectos
periodontales
ocasionados
por
la
extracción
dental.
De
este
modo,
se
puede
lograr
una
sinergia
terapéutica
combinando
su
capacidad
regenerativa
y
su
efecto
farmacológico
cuando
se
cargan
con
principios
activos
de
acción
antiséptica.
Una
segunda
estrategia
para
la
obtención
de
microesferas,
es
la
precipitación
en
medio
básico
a
partir
de
una
disolución
diluida
del
surfactante
y
los
precursores.
Este
método
da
lugar
a
esferas
de
menor
tamaño
y
monodispersas,
si
bien
presenta
los
problemas
de
aglomeración
característicos
de
los
métodos
de
precipitación
en
vía
húmeda
(56,57).
La
obtención
de
partículas
pequeñas
y
monodispersas,
permiten
su
incorporación
al
sistema
sanguíneo.
La
estabilidad
hidrodinámica
en
el
torrente
circulatorio
se
consigue
cuando
el
tamaño
de
partícula
del
vehículo
se
mantiene
entre
50
y
300
nm.
Partículas
de
tamaño
superior
quedan
retenidas
en
pulmón
e
hígado,
y
aquellas
otras
con
tamaños
inferiores
a
50
nm
pueden
atravesar
el
endotelio
vascular
y
distribuirse
en
el
organismo
de
forma
inespecífica.
En
este
sentido
se
han
propuesto
nanoesferas
mesoporosas
de
SiO2--CaO
(58),
donde
el
CaO
juega
un
papel
de
favorecer
la
biodegradación,
en
lugar
de
favorecer
un
proceso
de
formación
ósea.
Finalmente,
cabe
mencionar
la
combinación
de
VMBs
con
polímeros
biocompatibles
como
202