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ZURITA, M. Y COLS.  AN. R. ACAD. NAC. FARM.

    Los estudios de microscopía óptica sobre estos tumores mostra-
ron una serie de características histológicas, mediante las cuales
estas neoplasias podrían ser clasificadas de acuerdo con las descrip-
ciones clásicamente admitidas en neurocarcinogénesis experimental,
como «oligodendrogliomas-like». Los estudios histológicos revelan
un patrón celular que muestra las características típicas de los oli-
godendrogliomas humanos, identificándose una población muy uni-
forme de células pequeñas de aspecto linfocitario, que muestran en
posición central un núcleo pequeño y oscuro y un citoplasma claro
y escaso. Estas células se hallan dispuestas en masas de elevada
densidad celular. En estos tumores es frecuente encontrar un eleva-
do número de figuras de mitosis. En estas neoplasias se pueden
identificar un gran número de astrocitos fibrosos reactivos, que se
encuentran atrapados entre las células tumorales y formando una
barrera astrocitaria alrededor de la masa tumoral. Estos astrocitos,
en ocasiones, pueden tener aspecto gemistocítico, con un citoplasma
muy dilatado, eosinófilo.

    En general son tumores muy vascularizados y es posible observar
zonas de necrosis. Por otra parte, en estas neoplasias, es típico la
formación de una barrera endotelial que delimita perfectamente
la zona tumoral y en ocasiones se rompe dando lugar a pequeños
focos de hemorragia.

    En uno de estos «oligodendrogliomas-like» estudiados, existían
zonas con una disposición celular que se correspondían con un patrón
muy similar al ofrecido por los «ependimomas-like» descritos en la
literatura, mostrando así una ordenación de las células en cordones o
rosetas celulares en torno a una zona acelular, eosinófila de aspecto
fibrilar, conformando unas estructuras análogas a las descritas por
Borit en los pineocitomas humanos (rosetas de Borit), y a las estruc-
turas acelulares observadas comúnmente en los neurocitomas centra-
les de la neuropatología humana. Es importante señalar el hecho de
que en todos los animales en los cuales se desarrolló un tumor de este
tipo, se podían encontrar además en la sustancia blanca de los hemis-
ferios cerebrales formaciones neoplásicas que correspondían a los
estadios de «proliferaciones iniciales neoplásicas» o «microtumores».
Estos focos neoplásicos estaban constituidos por una población celu-
lar pequeña, isomorfa, de iguales características que las células tumo-
rales indiferenciadas descritas anteriormente para los macrotumores

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