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M.a TERESA MIRAS PORTUGAL AN. R. ACAD. NAC. FARM.
En general el descubrimiento y estudio de las estructuras de fe-
romonas de mamíferos resulta mucho más complejo que en insectos,
ya que estos los tienen acumulados en glándulas secretoras fácilmen-
te identificables, mientras que en los mamíferos se encuentran en se-
creciones mucho más complejas, como la orina, la saliva u otras
secreciones de los órganos sexuales y reproductivos. Un aspecto com-
plejo es el modelo de análisis de la actividad feromona, una vez que se
aíslan los diferentes candidatos de la secreción correspondiente, algu-
nas veces con estructuras similares. Existen modelos diseñados para
estudiar el comportamiento agresivo o dominante entre machos, o la
inducción del celo o la aceleración de la pubertad en las hembras, que
se encuentran entre los más empleados y todavía se depende de ellos
para la caracterización de sustancias potencialmente activas. Estos
modelos requieren la experimentación animal y muchas veces los re-
sultados son de difícil interpretación. Recientemente las técnicas de
electrofisiología, midiendo las respuestas generadas, o las de induc-
ción de la señalización mediante activación de factores nucleares,
entre otros el fos, que incrementan la síntesis de ARNm específicos,
están resultando de gran utilidad.
Las feromonas de mamífero caracterizadas hasta el momento
son de naturaleza, función y procedencia muy variada, algunas son
volátiles, pero no es esencial esta cualidad. En la Figura 1 están re-
cogidos algunos ejemplos que dejan constancia de la diversidad de
las estructuras y funciones supuestas para las feromonas. Existen
amplias diferencias entre las feromonas de diferentes especies de
roedores, pero algunas feromonas de mamífero pueden ser muy si-
milares a algunas de insectos, como es el caso de los farnesenos y la
heptanona. Como anécdota la feromona de elefante (Z)-7-dodecen-1-
il acetato es también una feromona de insectos.
1B. Proteínas de transporte de feromonas, lipocalinas
Las feromonas, sean volátiles o no, tienen que alcanzar el epitelio
olfativo del órgano vomeronasal, e interaccionar con los receptores
específicos que se encuentran acoplados a proteínas G. Un aspecto
curioso es que normalmente las feromonas se liberan asociadas con
proteínas que las protegen de una rápida volatilización y que además
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