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VOL. 72 (2), 235-281, 2006  LA EVOLUCIÓN Y EL ASCENSO BIOQUÍMICO-MOLECULAR...

de ser considerados, en un sentido amplio, entre los fenómenos men-
tales. Tanto los afectos como el pensamiento consciente dependen
de la función neuronal (el cerebro contiene alrededor de cien mil
millones de neuronas). Parte importante de la complejidad cerebral
se basa en la diversidad de tipos de neuronas. En cuanto al lenguaje,
podría ser entendido como un sistema tripartito constituido por la
formación de palabras, la representación de conceptos y la media-
ción entre ambos. El lenguaje habría evolucionado para ser un ins-
trumento de comprensión y comunicación eficiente de conceptos y
la dilucidación de su estructura anatómico-funcional permitiría lle-
gar al centro mismo de la naturaleza de lo mental.

    El futuro de la neurociencia cognitiva depende de nuestra capaci-
dad para el estudio del cerebro vivo. En este aspecto, se ha avanzado
gracias a la tomografía por emisión de positrones (TEP), así como por
la confección de imágenes mediante la resonancia magnética (IRM),
metodologías que representan una promesa basada en que son técni-
cas no invasivas y están fundadas en el estricto acoplamiento entre la
actividad neuronal, el flujo sanguíneo regional y el consumo energéti-
co. Los acontecimientos mentales presentan una correlación con se-
ñales eléctricas. ¿Será, pues, la mente una propiedad emergente de la
actividad eléctrica y metabólica del cerebro? (28, 29).

    Mente, alma, espíritu, psique, son las palabras con las cuales se
designa aquello que en la persona es diferente del cuerpo llamado
orgánico. Es decir, que la parte espiritual es distinta del cuerpo en
su naturaleza, pero que forman un solo todo que constituye la per-
sona, es decir, el ser humano. Esto, a menudo, suscita algunos pro-
blemas respecto a creencias religiosas pero, en general, podemos
decir que el alma es el principio espiritual e inmortal, capaz de
entender, querer y sentir, que informa al cuerpo humano constitu-
yendo con él la esencia del hombre, el constituyente de la vida que
anima a la materia.

    En psicología el término «mente» es sinónimo de conciencia o
espíritu (conjunto de hechos psíquicos observables). El espíritu, en
un sentido actual y general, representa la realidad pensante, presen-
te en cada sujeto individual, pero sin su subjetividad y opuesto a lo
material y, en lo teológico, vendría a ser lo opuesto a la condición
finita y débil del ser humano. La tradición escolástica designaba

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