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JUAN TAMARGO AN. R. ACAD. NAC. FARM.
En España, las enfermedades cardiovasculares fueron responsa-
bles el año 2000 de 156.422 fallecimientos, lo que equivale a decir
que es casi el 38,5% de las defunciones, duplicando casi los produ-
cidos por la segunda causa de mortalidad, el cáncer. En la actuali-
dad, la hipertensión es la enfermedad cardiovascular más prevalente
(más de 7 millones de españoles la padecen), la insuficiencia cardia-
ca representa la primera causa de hostalización en pacientes de más
de sesenta y cinco años y el ictus es la primera causa de muerte en
la mujer y la segunda causa de incapacidad permanente. Esta alta
prevalencia, que es de prever que siga aumentando en un futuro
inmediato como consecuencia del aumento progresivo de los facto-
res de riesgo (obesidad, diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión)
y de las expectativas de vida de la población, conlleva una alta mor-
bimortalidad y unos elevados gastos económicos, razones que expli-
can el gran interés por desarrollar nuevas estrategias terapéuticas,
más eficaces y seguras que las actualmente disponibles.
En este capítulo centraremos nuestra atención en cinco recientes
avances en el desarrollo de fármacos cardiovasculares: a) el trata-
miento de las hiperlipidemias, analizando los efectos pleiotrópicos
de las estatinas que permiten reducir la morbimortalidad cardiovas-
cular, así como los nuevos fármacos en desarrollo; b) la eplerenona,
un bloqueante de los receptores para mineralocorticoides, que utili-
zada como herramienta de trabajo, ha permitido confirmar que la
aldosterona no sólo regula las células epiteliales renales o digestivas,
sino que juega un importante papel en los procesos de hipertrofia,
fibrosis e inflamación cardiovascular; c) el abordaje de la fibrilación
auricular, como paradigma de la nueva forma de enfrentarnos a las
arritmias cardíacas; d) el levosimendán, una nueva forma de incre-
mentar la contractilidad cardiaca y de abordar la insuficiencia car-
diaca aguda o crónica descompensada y e) la utilización de «stent»,
es decir, de prótesis metálicas endovasculares que se colocan en un
vaso previamente estenosado con el objetivo de mantener el vaso
dilatado para que permita un flujo sanguíneo adecuado.
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