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M.a ELVIRA LÓPEZ-OLIVA Y COLS.  AN. R. ACAD. NAC. FARM.

alcanzar y superar (9%) los valores control, y lo consiguen a conse-
cuencia de la acción aditiva del aumento autorregulado de la ingesta
voluntaria de alimentos (93) (107), por una parte, y de la actividad
anabólica proteica de la GH por otro, puesto que el efecto de la
realimentación sólo puede explicar el 75% de la recuperación del
crecimiento (111).

    El incremento de la ingesta es fundamental para la recuperación
y podría estar mediado por un descenso en los niveles plasmáti-
cos de leptina. Esta hormona señalaría a nivel hipotalámico la deple-
ción de la masa grasa, coordinando la redistribución de la energía
hacia funciones esenciales como el crecimiento (112) (113), al igual
que se produce en estados de subnutrición y ayuno tanto en el hom-
bre (114), como en los roedores (115) (116). También este fenómeno
podría atribuirse a la acción directa de la propia somatotropa, pues-

  FIGURA 6. Relación potencial entre la razón incremento masa grasa/incremento
   masa proteica (? masa grasa/? masa proteica) versus ingesta proteica total de
   ratones BALB/c machos rhGH-tratados (GH) y controles (s), alimentados con
   dietas del 12 y 20% de proteína entre los 21 y 50 días de vida. El tratamiento
  con rhGH induce, durante la recuperación del crecimiento, una alteración en el

     reparto de sustratos al dirigir la ingesta proteica a un mayor depósito graso
                    respecto al proteico, en especial en los animales 12GH.

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